Normalmente, tus pacientes buscan perder peso porque quieren verse mejor o sentirse bien. Y hay algunos que también lo hacen para evitar enfermedades como diabetes, osteoartritis y reumatismo, entre otros. Pero son pocos los que se preocupan por perder peso para mantener su salud mental y retener su memoria. En un estudio reciente de la Universidad de Carolina del Sur, un grupo de investigadores examinó la asociación entre la obesidad y el Alzheimer.
Los resultados revelaron que una dieta alta en colesterol, grasa y azúcar puede influenciar el desarrollo de Alzheimer en personas que tienen el gen ApoE4.
Este gen es un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad que se puede potencializar con una mala alimentación.
El estudio demostró que el consumo de colesterol, grasas y azúcar por 12 semanas desarrolla placas de Alzheimer en el cerebro con rapidez, las cuales son una causa de inflamación.
Sin embargo, es importante que cuides más a tus pacientes que son mujeres, pues esta enfermedad de pérdida de memoria afecta más mujeres que hombres.
En el caso de las mujeres que tienen una copia del gen ApoE4, el riesgo para las mujeres es incluso cuatro veces mayor que para los hombres.
¡Si existen dos copias, el riesgo incrementa en un factor de 10 para pacientes de ambos géneros!
Como especialistas en cualquier área, es importante que informes a tus pacientes sobre el impacto que la mala alimentación y las condiciones de exceso de peso pueden tener en su salud y calidad de vida.
Educa a tus pacientes y muéstrales las maneras más sencillas para preservar su salud y protegerse de las enfermedades.