¿Alguna vez has estado en alguna dieta en la que te sientas estancado? Que sin importar que sigas todas las indicaciones, no sientes ningún cambio y la báscula se mantiene igual. Esto es algo que puede pasarnos a todos si es que pasamos por alto ciertos hábitos que tienen efecto directo en nuestra pérdida de peso.
1.- No tomas suficiente agua
Aunque puede parecer algo de sentido común, esta podría ser una de las razones por las cual tu cuerpo no está cediendo al cambio. Recuerda que no solo sirve para mantenernos hidratados, sino también para ayudar al sistema a depurar todo aquello que no nos sirve. También nos ayuda con la sensación de saciedad, ya que al estar bien hidratados, nos sentimos satisfechos más rápido, como consecuencia comemos en porciones más pequeñas.
El agua también puede aumentar el metabolismo moderadamente, así como ayudar a que los riñones funcionen mejor, y que el hígado queme grasas más eficientemente. La regla dice que debemos tomar al menos 2.5 litros de agua al día para mantenernos hidratados, si se te hace mucho piénsalo en vasos al día; unos 4 vasos podrían ayudar para irnos acostumbrando a tomar agua en el transcurso del día. Tip: No tomes los vasos o litros de agua de golpe a principio o mediación del día, de esta manera solo terminarás depurando todo al orinar y no te hidratarás correctamente.
2.- No descansas lo necesario
Aún más este podría ser un hábito que pasamos por alto al dar por hecho que estamos descansando bien. Pero aquí no aplica la frase de calidad es más que cantidad, ni viceversa. Es de extrema importancia que mientras estés en el régimen alimenticio que sea (incluso si no estas en ninguno), que descanses propiamente las 8 horas que debes descansar y cuidando que la calidad del sueño sea buena. Cuida dormir en un espacio en donde estés aislado de luces que pudieran alterar o afectar tu calidad de sueño. Trata también con ejercicios de relajación antes de dormir para lograr un descanso completo.
Recuerda que al dormir lo necesario, segregamos una hormona llamada leptina que calma el apetito, al privarnos del sueño o dormir menos de lo que necesitamos, afectamos la producción de esta misma y esto genera que suban los niveles de grelina, hormona que eleva y descontrolado tu hambre y ansias para comer. Esto afecta mucho tu pérdida de peso.
Ahora en adelante, si te encuentras en una situación similar en la que sientas que no bajas de peso sin importar los cambios que hagas, observa y analiza si estás siguiendo estas recomendaciones o si no estas pasando de alto nada que pudiera estar entorpeciendo tu pérdida de peso o estado anímico.