Si eres como yo, tienes hambre de grandes ideas, de esas que inspiran y ayudan a llevar tu carrera profesional al siguiente nivel. Tú también puedes ser una inspiración para tus pacientes.
Si quieres dejar tu huella en el mundo de la nutrición hay que darle a tus pacientes más de lo que piden y ofrecerles resultados que hagan que sus familiares y amigos reaccionen y digan: “¿quién te está ayudando?”
Las ideas hoy están en muchos lugares. Hay otros colegas que tienen ideas interesantes y mucho contenido online de altísimo valor, equivalente a mil veces los libros que tuviste que leer cuando eras estudiante.
Si algo he aprendido a lo largo de años de experiencia es que las mejores ideas son las más sencillas. Por eso me encantaría hoy darte algunos consejos para ayudarte a ser EL MEJOR.
1. Los buenos consultores son los que conectan con sus clientes
Tardamos muchísimo tiempo en adquirir las habilidades para evaluar los niveles de nutrición correctos, en desarrollar planes de alimentación, en dar seguimiento y en medir el progreso de nuestros pacientes. Y se necesita mucha práctica para motivar a un paciente a subir de nivel sin que caiga en el mal humor y abandone todo.
¿Pero sabes cuál es la mayor habilidad que deberías desarrollar? La capacidad para establecer una conversación muy confiable.
Los mejores consultores que he conocido no se limitan a tener las clásicas pláticas profesional-paciente en que todo terminada “aquí está lo que tienes que hacer”. Saber hablarles va a nutrir esa conexión humana tan necesaria para una buena relación.
Haz preguntas sinceras que le hagan entender que tú quieres comprender primero por qué quieren bajar de peso.
Las recomendaciones más efectivas salen de conversaciones sinceras, en la que tus pacientes llegan por sí mismo a las conclusiones.
Con el avance de la tecnología, hoy prima una cultura que enfatiza el conocimiento vertical, que viene de arriba hacia abajo. Hemos perdido el arte de hablar, de preguntar.
Para profundizar en tu relación con los pacientes hay que mezclar una alta dosis de curiosidad y un gran deseo de ayudar.
Crear un clima de confianza y apertura te permitirá estar mejor preparado para ayudar a tus clientes, sobre todo en los momentos más difíciles, cuando ellos valoran tu aporte.
2. Ser el consultor que ellos quieren
Hay una verdad horrible pero innegable: en la mayoría de los casos, los profesionales pensamos primero en nosotros, después en nosotros y, por último… ¡en nosotros!.
Probablemente lo has visto un millón de veces. Algunos pacientes le toman el gusto a cambiar sus hábitos alimenticios, hacen ejercicio, reorganizan sus vidas.. .y resulta que al final se dan cuenta que no era eso lo que habían pedido ni buscado desde un principio.
Los consultores más eficientes son aquellos que dibujan esperanzas, ayudan a sus pacientes a concretar sueños y a vencer miedos y decepciones.
¿Suena a terapia? ¡Exacto! Los pacientes tienen que estar convencidos de que eso es lo mejor, enfocarse en resultados con los que estén de acuerdo. Eso hará que vuelvan a verte siempre, porque eres el consultor que ellos quieren que seas y no el que tú quieres ser.
Para influir y motivar tienes que hacer que el paciente se de cuenta, por si mismo, por qué y para qué debe dar cada paso.
3. Los mejores son aquellos que crean su marca
Muchos consultores son buenos en su trabajo. Pero ser bueno no es suficiente. Tienes que ser notable (es decir: hacerte notar).
Los más creativos e innovadores son aquellos que aplican nuevas técnicas de enseñanza y tienen la agilidad necesaria para reaccionar ante todas las necesidades de sus pacientes.
Conclusión: los mejores son mejores porque hacen cosas que destacan.
Los mejores construyen una reputación precisamente por ser diferentes y son dignos de ser referenciados.
Es muy importante llamar la atención sobre tus técnicas y marcar las diferencias con el resto. Destacar por algo te hará más atractivo como profesional.
Defínete: ¿quieres ser el más barato, el más caro, el más rápido, el más lento? Trata de experimentar para lograr posicionarte en un lugar diferente.
¿Suena arriesgado? Por supuesto. Pero nada es tan arriesgado como ser “uno más”.
4. Enfócate en lo que importa
Hacerlo todo es un mito ridículo.
Los buenos consultores no deben tener interés en atender a TODOS, en conocer cada tendencia de dieta, en leer cada artículo de nutrición, en asistir a decenas de seminarios. Eso es inútil y contraproducente.
Los mejores se enfocan en investigar lo que es verdaderamente importante en el mercado en el que trabajan y en el tipo de pacientes que buscan atraer y atender.
¿Cómo sabes si algo vale la pena? Hay que desarrollar una disciplina para eliminar todo aquello que te causa confusión y concentrarte en adquirir el conocimiento más importante.
Si puedes averiguar cómo hacer la menor cantidad de cosas garantizando los mejores resultados tendrás más control sobre tu carrera y deberías prosperar más rápido en tu negocio.
2 comentarios en “4 consejos para transformarte en una inspiración para tus pacientes”
Buen dia exelentes consejos los pondre en practica de inmediato quier tener mas pacientes y que esten satisfechos con los resultados que obtengan
Luis muchas gracias por tus comentarios y por leernos. Estamos publicando constantemente temas que creemos que pueden ser de gran ayuda.
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