Y llega la primera ola de frío frío a nosotros. Y claro, lo primero que queremos hacer es tomarnos un café, chocolate o cualquier bebida calientita y como no, acompañarla con un pastelito, galletita, postre etc. Yo personalmente no creo que tengas que dejar de hacer esto 😉 Pero a lo mejor no CADA VEZ que sientas frío en esta temporada. Entonces, para que no termines por desbordarte por los lados, me di a la tarea de investigar las mejores comidas para combatir el frío.
- Sopas y caldos. Vamos a empezar por el más obvio. Pero vamos a lo importante. Te ayudan a mantenerte caliente, sí, pero también su base, que es solamente agua, es muy buena para ayudar contra los resfriados y mantenerte hidratada/o que, en la ausencia del calor, como quiera sigue siendo algo importante.
- Bebidas calientes. Por lo mismo que el punto pasado, no dejes de tomarte un café, de preferencia negro. Los tés también son una excelente opción. Un tip aquí es que trates de no utilizar azúcar. En tiempos de frío, tu cuerpo necesita energía y una forma de obtenerla es quemando grasa 😉
- Salsas y picante. Ahora algo interesante. Esto siempre había sido como un mito (al menos en mi cabeza), pero funciona. La capsaicina (el químico activo que hace que algo te “pique”) aparte de generar ardor, también sube la temperatura del cuerpo. No abuses, para no dañarte del estómago, pero un poquito de salsa o picor te ayudará mantenerte caliente, comprobado.
- Cebolla, espinacas y zanahoria. Lo que se convierte en un buen caldito de verduras. La cebolla es muy buen antiséptico, la espinaca ayuda a la respuesta de tu cuerpo ante casi cualquier patógeno externo y la zanahoria fortalece la inmunidad celular. Cocina con estas verduras para darle a tu cuerpo la defensa que necesita.
- Jengibre. El jengibre es buenísimo y va desde en tu comida, hasta en tu limonada. Ayuda con la inflamación y aparte es expectorante, para los resfriados. Pero, además, al momento de que tu cuerpo lo digiere, se convierte en puro calor.
En esta época del año en la que a todos se nos antoja sepultarnos en cobijas y no salir hasta primavera, hay que estar al pendiente de lo que comemos para no salir precisamente hecho un oso.