Es increíble, pero aún con toda la tecnología que tenemos disponible, la industria alimenticia no ha podido sopesar la súper industrialización de la comida y la salud de los que la comemos. Me refiero a que hoy en día existe una mayor consciencia sobre “comer sanamente” y los productos que nos venden como sanos, parecen más un truco de marketing, porque resulta que hay productos que no son tan buenos ni saludables para nosotros.
Los producen con la etiqueta de que son nuestra mejor opción, pero por tratar de sacar más y más y más, siguen dejando mucho que desear.
Ten mucho cuidado, te dejo esta lista de algunos de los más peligrosos:
Jugos: Están llenos de azúcar que solo te hacen subir de peso. A parte, también están a tope de químicos artificiales. Jarabe de maíz, azúcar o azúcar morena, fructosa, jugo concentrado, todas estas palabras que tienes que evitar en las etiquetas de tus jugos.
Alternativa: Jugos hechos en casa y si vas a endulzarlos aún más, mejor usa stevia. Los tés endulzados con miel también son una gran opción.
Granos enteros: De todos, tal vez los más peligrosos. El gluten, más otras sustancias en el pan blanco causan inflamación. Que es la raíz de casi todas las enfermedades. Sus vitaminas y minerales son difíciles de absorber.
Alternativas: Harina de coco, tiene mucha fibra que es muy buena para ti.
Endulzantes artificiales: El aspartamo está relacionado con muchísimos efectos adversos a tu salud. El Splenda por ejemplo, estimula tu apetito y hará que se te antojen más carbohidratos.
Alternativas: Stevia, Miel cruda, endulzantes 100% NATURALES.
Mantequilla de Maní: Deliciosa, pero peligrosa. Daña la salud del intestino, es algo en grasas omega-6 que causan inflamación.
Alternativa: Mantequilla de almendras,
Granola: Hablamos de la granola procesada que nos venden (barritas). La miel que contienen no tiene polen y está pasteurizada a temperaturas tan altas, que se queda sin todo lo que la hace buena.
Alternativa: hacer tu propia granola en casa o comprar una 100% natural.
Acuérdate que me estoy refiriendo a productos que compramos. Una cosa es que tú exprimas naranjas del árbol que crece en tu casa, a que compres un jugo en la tiendita.