Quemar calorías para seguir comiendo chatarra es como pagar la tarjeta de crédito pero seguir cargándole compras. Es un cuento de nunca acabar.
Los nutricionistas se quejan con frecuencia que hay pacientes con sobrepeso que piden consejos acerca de como bajar de peso y se esfuerzan en el gimnasio queriendo adelgazar rápido solo para poder seguir consumiendo comida chatarra.
La clave para combatir la obesidad está en la educación. Si acostumbramos al cuerpo a disciplinarse en la alimentación, los objetivos podrán cumplirse con mayor facilidad.
Aquí te dejamos cinco consejos para quemar calorías con la facilidad con la que abrimos ese refresco de lata que nos mata del antojo.
1. Elimina el refresco
Por salud, muchos cuidamos lo que comemos, pero no lo que bebemos. ¿Sabes cuántas calorías tiene un refresco de lata? (otra vez el refresco de lata). Pues esta bebida puede agregar fácilmente 500 calorías.
Hay quienes consumen más de una ¡al día! Así que échale números.
Si somos conscientes de esto, seguramente cambiaremos esa bebida por un vaso de agua refrescante que no le suma a nuestra cuenta diaria.
2. Toma agua antes de la comida
Un vaso de agua antes de comer puede hacer una gran diferencia en salud y nutrición.
Si el estómago percibe cierta satisfacción, necesariamente pedirá menos alimento, lo cual nos hará comer menos.
Es una cadena de satisfacción que puede empezar antes. Es como apostar en Las Vegas sin arriesgar nuestras fichas.
3. Usa platos pequeños
Este es un efecto. Si tenemos un plato grande, inconscientemente desearemos llenarlo y por ende comer más.
La idea es que con un recipiente pequeño le enviemos al cerebro la ilusión de que hay mucho y asuma cierto grado de satisfacción.
4. Sustituye el aceite
Muchos alimentos pueden ser cocidos con otras opciones. Solo por dar un ejemplo, el puré de manzana sirve para hornear y es mucho más bajo en grasa que el aceite.
Si la receta obliga al aceite siempre están las opciones más sanas como el de soya, por ejemplo.
5. ¿Pasta? No, gracias
La pasta es un alto aportador de calorías pero no de proteínas. Pero hay un gran secreto para sustituirla: la calabaza.
Usa un cuchillo para partirla a la mitad a lo largo. Con cuidado haz varios agujeros y quita las semillas. Hornéala a 400 grados durante 20 minutos.
Deja enfriar y usa un tenedor para raspar el interior. Eso tiene la apariencia y textura de la pasta pero con muchos menos carbohidratos.