Ya sabemos que para bajar de peso necesitamos bajarle a las calorías que comemos. No es un secreto.
Pero con tantas opciones tan malas a nuestro alrededor ¿Cómo podemos hacerle?
No te apures, te dejo los 5 consejos que yo uso y que me han dado los mejores resultados J
- Agrega algo de proteína en tu desayuno.
El desayuno puede ser la comida más importante del día. Pero lo que sea que lo conforme es igual (¡o más!) ¡Importante! Podría decirse que la proteína es el nutriente más importante para la pérdida de peso, reduce el apetito y evitan comer en exceso. Además, se necesitan más calorías para que tu cuerpo metabolice las proteínas que cualquier otro nutriente. Lo que significa que quemas más calorías cuando aumentas ese consumo de proteínas. Si desayunas con proteínas, tu cerebro automáticamente dejara de querer comer a media mañana y así evitas entrarle a cualquier otra cosa que pueda atravesarse.
- Come con la otra mano.
El simple acto de comer, muchas veces puede ser algo inconsciente. Cuando sientas un hambre incontrolable, pasa que te das cuenta que te comiste toda tu comida sin siquiera haber visto como se ve. Usar la mano no dominante para comer, te obliga a ver a tu comida y canalizar diferentes partes de tu cerebro para completar una tarea a la que no estás acostumbrado. Interrumpir los patrones establecidos te saca de tu zona de confort y te permite prestarle atención a cada mordisco. Esto elimina la posibilidad de comer pasivamente y continuar comiendo después de que estés llen@.
- ¡Usa platos más pequeños!
Somos seres visuales. Y por ello, lo que vemos puede hacernos creer cosas y afectar directamente a cómo nos sentimos. ¡Este concepto de imagen aplica a la comida! Por ejemplo, si alguien te da un plato lleno de comida, es probable que te sientas lleno después de limpiar ese plato ya que viste una gran cantidad de comida. Por el contrario, el uso de platos más pequeños puede servir como una poderosa ilusión óptica. Los expertos notan un vínculo directo entre platos más pequeños y la pérdida de peso, ya que los tamaños de porción son más pequeños y tienen menos calorías en general.
- Planea tu comida.
Y me refiero hasta los snacks que seguro vas a comer entre comidas. La manzana, por ejemplo. ¡Muchas investigaciones muestran que podría ayudarte a bajar de peso! Alta en fibra y agua, una manzana media hora antes de la hora de la cena te ayudará a sentirte más lleno y finalmente a mantener el control de cuánto estás comiendo. Además de que la pectina en las manzanas actúa como un potente supresor del apetito. Este es el tipo de cosas que tienes que tener en mente a para planear. Piensa en que puede ofrecerte lo que sea que vas a querer comer y como balancear todo en conjunto.
- Bebe sólo agua.
Beber solo agua y mucha agua, derretirá gramos extra y los mantendrá lejos. Pero creeme, ¡entiendo que es más fácil decirlo que hacerlo! Sacar todas las bebidas con sabor de la dieta, incluido el café de la mañana, el vaso de leche, el té helado y el vino parece casi inimaginable y casi imposible desde el principio. Pero con el tiempo, tu cuerpo se adaptará y las grandes cantidades de agua que tomes aumentarán tus niveles de energía, suprimirán tu apetito, limpiarán tu sistema y eliminarán los excesos.
Sigue estas recomendaciones y vas a ver la diferencia.