Para empezar ¿qué es el colágeno?
Simplemente el componente más abundante en la piel y de los huesos. Es lo que forma las fibras colágenas que a su vez forman numerosos tejidos de nuestro cuerpo y las provee de sus propiedades (articulaciones, huesos, piel, músculos y tendones).
Nuestro cuerpo lo necesita debido a que, conforme vamos envejeciendo, dejamos de producirlo como antes.
De entre las cosas que hace en nuestro cuerpo es combatir las arrugas y demás signos de la vejez, mejora la salud de las articulaciones, reduce la apariencia de la celulitis y hasta ayuda a mejorar la salud mental, entre muchas otras cosas.
Así que no perdamos tiempo y veamos cómo podemos ayudar a nuestro cuerpo.
– Gelatina– Es la fuente número 1 de colágeno. La gelatina ES colágeno. Es muy fácil de absorber y digerir por el cuerpo. No esperes que haga maravillas de la noche a la mañana, pero comer una gelatina a diario puede hacer milagros para tu salud.
– Caldo de hueso– No es broma. Se hace hirviendo los huesos y tejidos de animales. Al hacer esto, el colágeno se libera en el agua. Si estás en alguna dieta en específico, consulta con tu doctor ya que este caldo puede tener una buena cantidad de carbohidratos.
– Claras de huevo – Las claras son ricas en glicina y prolina, los componentes principales del colágeno. Literalmente, comiendo claras de huevo, le estás dando a tu organismo todo lo que necesita para generarlo.
– Espirulina– Uno de los suplementos alimenticios más famosos. Es un tipo de alga que en una cucharada contiene incluso más glicina y prolina que una clara de huevo.
– Bacalao – Este y otros tipos de pescado blanco están cargados de glicina y prolina. Aparte de esto tiene gran Omega3, importantísimo para reducir la inflamación en tu cuerpo.
– Frutas Cítricas – Si bien no tienen colágeno, tienen mucha vitamina C. Esta es súper importante a la hora de producir colágeno. Y no sólo eso, ayudan a que no se deteriore.
– Comidas sulfurosas – El sulfuro es importante para la sintetización (producción) del colágeno. Hay estudios que muestran que una deficiencia de sulfuro equivale a una menor producción de colágeno.
Algunas verduras que son fuentes de sulfuro pueden ser:
Ajo
Cebollas
Brócoli
Repollo
Coles de bruselas.
