¡Brr! En los últimos 15 días he hecho un nuevo experimento, pero los resultados te los platicaré más adelante.
¿Recuerdas que hace unas semanas te platiqué de la forma en la que quemas grasa con baños de agua caliente?
Bueno, ahora te hablaré desde el otro extremo para que conozcas las bondades de bañarte con agua fría.
Checa estos 7 secretos de este hábito:
Te fortalece
Cuando entras en el agua fría, tu corazón late más rápido y tus músculos se flexionan y tensan.
Por otro lado, la resistencia a esa temperatura estimula tu sistema inmunológico.
Recuperación muscular
Exponerte a bajas temperaturas facilita la desinflamación, relajación y recuperación de tus músculos. Muchos atletas de alto rendimiento toman baños helados o entran a cámaras frías después de sus sesiones de ejercicio intenso.
Mejora tu humor
Tu cuerpo libera noradrenalina en el cerebro, la cual sirve para reducir el estrés y mejorar los desórdenes de humor.
Respiración
Es normal que respires profundo por el shock del contacto, por lo que tu capacidad respiratoria aumentará. Lo mejor es que te calmes y respires profundo para que lo disfrutes.
Quemas grasa
La baja temperatura provoca que tu cuerpo busque mantenerte caliente, por lo que quemas grasa. Por otro lado, el agua fría estimula la producción de grasas pardas que también queman calorías.
Mejor piel y cabello
El agua fría cierra tus poros y te da un aspecto más suave. También le da brillo a tu cabello.
Mejora tu sueño
El shock te estresa y provoca que te relajes en cuanto tu cuerpo regula su temperatura.
Después de estas semanas, he sentido que tomar baños de agua fría hace una gran diferencia en cómo empiezo el día.
Me he sentido más fuerte, despierta y contenta, además de verme más viva.
También puedes intentar quemar calorías con un baño caliente 😉
Hazlo un hábito y verás que te sentirás mucho mejor para cualquier momento del día.
¡Cuéntame qué diferencias notas!
