Siempre es importante estar monitoreando nuestro peso. Ya sea que estemos siguiendo un plan alimenticio o que estemos haciendo ejercicio para mantenernos en forma. Es importante llevar un control sobre este. Sin embargo, hay que recordar que el peso no es algo estable. Por esto mismo, es importante saber con qué frecuencia debes pesarte.
Lo recomendable por los expertos es que nos pesemos una vez a la semana o cada 15 días. Así mismo se recomienda que sea siempre en el mismo día de la semana y el mismo horario, de preferencia en la mañana, ya que la vejiga este vacía y sin haber ingerido alimentos aún que puedan alterar el resultado. También se recomienda que sea con la misma cantidad de ropa, la menos posible o sin ella.
También se recomienda que sea siempre, preferiblemente en la misma báscula, ya que cada una podría estar programada diferente.
Si has cumplido tus metas y has llegado a tu peso ideal pero buscas mantenerte, podría ser una decisión estratégica el pesarse a diario. Esta será la manera más sencilla de darle seguimiento y mantenimiento a nuestra pérdida de peso.
No es recomendable pesarse a diario si te afecta demasiado el resultado de la báscula, porque esto podría generarte sentimientos de aprehensión que podrían llegar a sabotear tus esfuerzos por bajar de peso. Tampoco, si has llegado a un punto de estancamiento en el peso, el estar revisando por hora si ya logramos bajar el peso, podría terminar con nuestra motivación a la larga.
Recuerda no obsesionarte con las veces donde lleguemos a pesar más. Si estas complementando tu dieta con ejercicio es muy probable que estés cambiando grasa por músculo. Al pasar esta transición los músculos hacen que pesemos más aunque hayamos bajado en grasa.
Entre otras variantes, como con las mujeres que antes de su periodo tienen más retención de líquidos y esto afecta el resultado frente a la báscula. También, si hemos abusado tomando alcohol o cafeína, tendemos a retener muchos más líquidos y por ende pesaremos más.
En este tema en particular, es preciso mantenernos relajados y recordar que no importa un resultado negativo en la báscula. Sino lo que hacemos para llegar a las metas que nos planteamos a largo plazo. Cambiando nuestros hábitos y comprometiéndonos con ellos, pesarte ya no será una preocupación.