Si tiene problemas para comer alimentos saludables porque estos resultan muy costosos, las siguientes recomendaciones le ayudarán a descubrir que es posible comer sano y reducir peso aún con un presupuesto moderado.
1. Comience por eliminar la comida chatarra. Generalmente cuando va al súper con los hijos es posible salga con productos chatarra que no necesita ni son benéficos para la salud. Haga las compras por su cuenta y adquiera solamente lo necesario.
2. Prefiera el agua o leche en vez de refrescos. Puede disfrutar de su bebida favorita en algún evento deportivo o por la noche. Aunque consúmala en una presentación más pequeña. Es una práctica manera de ahorrar dinero y calorías. En cambio, la leche y los lácteos deben formar parte de cualquier dieta balanceada y le ayudarán a mantenerse fuerte y contar con el calcio necesario para la salud de dientes y huesos.
3. Compre frutas de temporada. Además de aprovechar el buen precio que suelen tener puede aprovechar para congelarlas y tenerlas disponibles en posteriores fechas. Lave bien, elimine cualquier magulladura, seque y congele en bolsas de plástico bien selladas.
4. Las carnes y los frijoles son las mejores fuentes de proteína. Si no le alcanza para surtir diariamente su dieta de la carne para satisfacer la ingesta proteica diaria, los frijoles son una excelente opción para ello. Conozca diferentes maneras de prepararlos e intégrelos en su dieta al menos 4 veces por semana.
5. No suele ser de conocimiento popular que hay algunas variedades de pescado que resultan muy económicas de adquirir, pregunte por ellas en su supermercado.
6. Usted debe llenarse con alimentos que tengan un alto contenido de agua: sandía, jícama, ensaladas, e incluso gelatina sin azúcar son excelentes ejemplos.
Como ve, es posible comer sano sin que esto resulte un atentado al presupuesto familiar. Consiguiendo que su familia adquiera un estilo de vida saludable.