Existe tanta información contradictoria y comida como para volver loco a cualquiera. Parece que todos los días se dan a conocer nuevos hallazgos sobre alimentos considerados como “la cura milagrosa” para algún malestar. Poco tiempo después aparece algún informe dando a conocer que podría ser más perjudicial que benéfico. Para que al paso de otro tiempo se descubra un complemento mejorado que suprime cualquier duda del beneficio… Pongamos como ejemplo la grasa. Es mala, es buena, algunas son malas y algunas son buenas… ¡arg! Con semejante diluvio de información, ¿cómo puede alguien saber qué conforma una dieta de alimentación saludable?
La cosa más importante a tener en cuenta es que cada persona es única y lo que funciona para una puede no funcionar para otra. La composición genética, gustos y disgustos, hábitos e incluso creencias vuelven a cada organismo especial y el impacto de una dieta con alimentación saludable varíe. Por lo que la manera más útil es desarrollar su propia y dieta personalizada y saludable.
El primer paso es llevar un monitoreo de todo lo que come y bebe durante las próximas dos semanas. Desde comidas regulares hasta snacks, bebidas y aperitivos. El objetivo es tener una idea clara de cómo se encuentra su dieta actual. Para que funcione, sea 100% honesto, y evite comenzar a comer sano, pues estaría engañándose.
El siguiente paso es hacer un análisis de la comida que consume. Identifique áreas problemáticas, tales como entre qué horas no consume alimentos o momentos de estrés y su incidencia en sus hábitos alimenticios. Puede, por ejemplo, encontrar que come comida chatarra a media mañana aquellas ocasiones que se salta el desayuno, o aumenta su consumo de grasas los fines de semana.
Estas áreas problemáticas son un buen lugar para empezar a hacer cambios. Usted no tiene que hacer un gran y rotundo cambio de una vez, pues significaría un choque demasiado grande para su sistema. Y la tentación de volver a sus antiguos hábitos alimenticios tocando a su puerta en cada instante. En su lugar, de pasos más pequeños y áreas de urgencia se traducirán en avances firmes que le estimularán a continuar.
El cambio a una dieta de alimentación saludable no tiene por qué ser complicado. De hecho, le resultará más fácil si lo piensa como un programa a largo plazo. No se suba a la “montaña rusa” de la pérdida de peso rápido. Prefiera el maratón, con el cual la ganancia obtenida será más duradera y satisfactoria. Empiece con hacer algunos cambios inteligentes de acuerdo a sus necesidades. En menos de lo que se dé cuenta estará comiendo saludablemente.