Existen dos razones: si ha pasado tiempo desde su última visita al médico, debe hacerse un chequeo de rutina antes de comenzar el programa. Con base en los resultados de dicho chequeo y su historial médico, su Médico General puede recomendarle un régimen adecuado. La obesidad puede ser un factor que contribuya en algunos padecimientos médicos – por ejemplo en la presión alta (hipertensión), diabetes en la adultez (diabetes tipo II controlada mediante dietas o pastillas), problemas de la vesícula o venas varicosas. Por lo tanto, también debe consultar a su médico antes de seguir el programa de manera que su progreso pueda ser monitoreado y la dosis de su medicamento pueda ser modificada de ser necesario.

La complexión, el peso y el almacenamiento de la grasa corporal están influenciados por nuestros genes. Por supuesto, el ejercicio (o la falta de este) junto con cuánto y qué comemos también influye.

El contenido energético de los alimentos se mide tradicionalmente en calorías. Una caloría es la cantidad de energía que se necesita para elevar la temperatura de un gramo de agua a un grado centígrado. Como una caloría es una unidad sumamente pequeña, al referirse a las medidas del valor energético de los alimentos, a menudo se utilizan las kilocalorías, equivalentes a 1,000 cal.

Las kilocalorías algunas veces son llamadas Calorías, con C mayúscula. En nutrición se utilizan las unidades más grandes, kilocalorías y kilojoules. Conforme al sistema internacional de unidades las kilocalorías se reemplazaron por joules y las etiquetas de comida ahora indican los valores energéticos primero en kilojoules y luego en kilocalorías. Un kilojoule equivale a 0.238kcal., por ejemplo, el valor energético de una malteada de chocolate Cambridge es de 613KJ/146kcal.