Un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Case Western Reserve, descubrieron cómo el metabolismo incontrolado de la vitamina A en el intestino puede causar inflamación.
El estudio fue dirigido por Johannes von Lintig, PhD. Profesor asociado de farmacología en la Escuela de Medicina Case Western Reserve. Junto a colegas del departamento de farmacología y del departamento de biología molecular y microbiología.
Los investigadores se centraron en un punto de ramificación en la ruta metabólica de la vitamina A que depende de una sola proteína llamada ISX.
La forma en la que funciona es sencilla.
El betacaroteno forma vitamina A en el intestino delgado. A partir de ahí, la mayoría de la vitamina A es transportada a otros tejidos para cuidar el funcionamiento de varios procesos. Parte de la vitamina A también se usa para ayudar a las células inmunes en el intestino.
Al estudiar ratones genéticamente modificados para carecer ISX, los investigadores encontraron que esta proteína ayuda al cuerpo a equilibrar este proceso.
Encontraron que la ISX enciende y apaga los genes implicados en la disponibilidad de betacaroteno. La proteína ayuda a transportar la cantidad correcta de betacaroteno para cubrir las necesidades de vitamina A del organismo.
Las células inmunes dependen de este mecanismo para responder adecuadamente a los alimentos que ingresan al intestino delgado. Esto mantiene una barrera efectiva contra posibles amenazas que puedan transmitirse a través de los alimentos.
Los investigadores encontraron que cuando la ISX está ausente, las células inmunes pueden reaccionar de forma intensa a las dietas ricas en betacaroteno.
La eliminación de ISX aumenta la expresión de gen 200 veces para la enzima Bco1. Que convierte el betacaroteno dietético en vitamina A. Debido a esto, los ratones sin ISX producen vitamina A en exceso y comienzan a convertirlo en ácido retinoico. Lo que causó inflamación.
El estudio posiciona a ISX en un importante punto de control en el metabolismo de la vitamina A. Este hallazgo representa un gran avance en el entendimiento de la inflamación y nuestro cuerpo.