Sabemos que nuestros pacientes son lo más importante y por lo mismo estar al tanto de las investigaciones más recientes es crucial para poder identificar las variables a cuidar en su alimentación. Un estudio reciente se centró en identificar si el consumo de papa (ya sean papas fritas o no) estaba asociado con el incremento en el riesgo de mortalidad prematura en Norteamérica.
Durante 8 años se le dio seguimiento a 4440 participes, de edades entre 45 y 79 años.
El estudio fue llevado a cabo por la Iniciativa de Osteoartritis.
El consumo de papas se analizó a través de una serie de cuestionarios constantes a los participantes, donde mencionaban la frecuencia de su consumo de papas.
De los 4440, el 57.9% eran mujeres (2551).
En todo el periodo de la investigación, 236 participantes fallecieron.
Tomando en cuenta a los menores consumidores de papas como referencia, los participantes con un gran consumo no mostraron un riesgo incrementado de mortalidad.
Sin embargo, en el análisis de subgrupo, los participantes que consumían papas fritas de 2 a 3 o más veces por semana, mostraron un incremento en el riesgo de mortalidad.
El consumo de papas sin freír no se asoció con un incremento en el riesgo de muerte.
La conclusión de los investigadores es que parece que el consumo elevado de papas fritas está directamente ligado a un incremento en el riesgo de mortalidad. Todavía faltan realizar más investigación.
Sin embargo, es un buen momento para ponerle atención a nuestra fascinación con las papas fritas e invitar a nuestros pacientes a que la siguiente vez lo piensen dos veces.