Ese dulce sueño que sentimos generalmente al terminar de comer. Sabemos que la comida es la causa principal de esto, sin embargo, te presentamos algunas que sabemos con exactitud que te harán cabecear.
Lechuga – Aunque nos encanta por ser una opción bastante light, esta deliciosa verdura de hecho tiene propiedades sedativas. Esto gracias a una sustancia llamada lactucina.
Pasta – La cantidad de harina y azúcar que contiene nos dan un buen rush inicial, pero cuando se digiere, esto se convierte en un descenso de insulina lo que nos deja exhaustos. Algo similar nos pasa después de comer pan y postres.
Humus – Hecho a base de garbanzos es muy rico en triptófano y vitaminas B, tales como folato y B-6, todos los cuales pueden afectar tus niveles de energía.
Carne roja – Un buen bistec siempre es una rica opción, sin embargo, puede ser algo muy difícil de digerir. Al intentar hacerlo el cuerpo eleva su flujo sanguíneo lo cual seguro te dejara rendida por un rato. Mientras más medida la porción, mejor te sentirás a lo largo del día.
Salmón – Es una fuente natural de proteínas y mucho Omega-3 lo que lo convierte en una opción muy saludable, pero también está lleno de vitamina B6 que se utiliza para producir melatonina, una hormona que induce el sueño.
Así que ya estás enterada, si estás saliendo a comer y tienes algo importante que hacer después, pide porciones un poco más pequeñas o de plano pasa a la siguiente opción 😛