Investigadores han encontrado en modelos de laboratorio, los mecanismos mediante los cuales las “grasas blancas” se transforman en “grasas cafés”.
La grasa en el cuerpo se guarda en células especializadas llamadas adipocitos, que pueden cambiar de un estado a otro y de regreso.
Las grasas blancas como sabemos son las que “guardan” energía, mientras que las cafés las que la usan.
El estudio publicado en Cell Metabolism Today, muestra que después de comer el cerebro responde incrementando los niveles de insulina, después de un aumento de la glucosa en la sangre. El cerebro entonces envía señales para transformar la grasa en grasa café para usar energía. En contraste, después de ayunar, el cerebro ordena a estos adipocitos convertirse de nuevo en blancos para almacenar energía.
Estos procesos ayudan a prevenir el exceso de la pérdida de peso en respuesta a la alimentación, lo que significa que el peso corporal permanece relativamente estable.
Los investigadores demostraron que la función del cerebro para detectar la insulina y coordinar el gasto energético está controlada por un mecanismo parecido al interruptor activado después del ayuno para inhibir la respuesta a la insulina, reprimir los adipocitos cafés y conservar la energía. Así como apagarse después de la alimentación para facilitar la respuesta a la insulina y promover la transformación de los adipocitos a cafés para gastar energía.
Esto significa que existe un mecanismo fundamental que normalmente asegura que el uso de energía esté a la par con la ingesta de energía. Cuando esto no funciona correctamente es cuando nuestros pacientes (y nosotros) ganan (ganamos) peso.
Los investigadores ahora se encuentran investigando la posibilidad de inhibir este “switch” con propósitos terapéuticos y tratar de promover la pérdida del exceso de grasa. Aunque también afirman que cualquier uso terapéutico aún es algo a futuro.
Puedes leer la investigación entera aquí: http://www.cell.com/cell-metabolism/fulltext/S1550-4131(17)30434-5