Se denominan micronutrimentos a las sustancias químicas que necesita nuestro cuerpo en porcentajes muy bajos y que se necesitan por que funcionan como coenzimas (ayudantes de las enzimas) para realizar diversos procesos metabólicos en el cuerpo. Así tenemos que algunos de los más importantes son:
Hierro. Hígado, carne magra de res, semillas de calabaza, yema de huevo, cereales, leguminosas, oleaginosas (nueces, almendras, piñones), espinacas (vegetales de hoja verde obscuro) y chocolate obscuro (cocoa en polvo)
Magnesio. Vegetales de hoja verde obscuro (espinacas), quinoa, nueces y semillas, pescados y mariscos, habas, frijoles, arroz integral, aguacate, plátano, higos y avena.
Manganeso. Betabel, arándanos, linaza, granos enteros, nueces, leguminosas, frutas, semillas de girasol y la hoja Camellia Sinensis que se encuentra en té verde.
Potasio. Carnes, frijoles, vegetales de hoja verde obscuro, papa, duraznos deshidratados, calabaza, yogurt, salmón, aguacate, champiñones, plátano, mandarina, fresa.
Selenio. Vísceras, mariscos, pescados, cereales, carnes, leche, verduras.
Sodio. Botanas adicionadas con sal como: cacahuates, semillas, papas empaquetadas; alimentos como aderezos, salsas, sazonadores y saborizantes.
Yodo. Productos del mar, sal yodatada, algas
Lo más importante que debes saber hoy en día es que la estrategia actual recomendada por la OMS es la de proporcionar solamente suplementos de hierro y ácido fólico a las embarazadas. La educación de las mujeres en edad fértil sobre la importancia de una nutrición adecuada para la mejora los resultados del embarazo debe ser una prioridad, además de considerar el asesoramiento adecuado sobre el uso de micronutrimentos y la eliminación de miedos y mitos sobre su uso.
*Nota: El consumo de 3 productos Cambridge diarios cubre el 100% del RDA de todos los micronutrimentos.