Si el estrés asociado al trabajo puede tener graves consecuencias sobre la salud y la calidad de vida. Por tanto tener un buen jefe y un ambiente laboral apropiado, y sobre todo si el trabajo que desempeñas es de tu agrado, pueden influir sobre tu longevidad. En este caso para bien.
Tener un buen jefe
Los resultados de un estudio llevado a cabo por el Instituto Finlandés de Salud Laboral concluyen que las personas que trabajan bajo el mando de un buen jefe tienen un 27% menos posibilidades de enfermarse. Un hecho que los especialistas atribuyen a que el bienestar emocional forma parte de un estilo de vida saludable. Y disminuye por tanto el riesgo de enfermedad.
Tener un mal jefe
Por el contrario, tener un mal jefe puede provocar niveles de ansiedad y estrés que generen problemas como trastornos del sueño y molestias gastrointestinales. Además no solo perjudica al empleado, sino que va en detrimento de la propia empresa, ya que una persona que se encuentra relajada y a gusto en el entorno laboral, dedica más energía a desempeñar su trabajo y el resultado es más satisfactorio. De hecho, se ha comprobado que tener un buen jefe incrementa el rendimiento de los trabajadores.
Aunque no toda la culpa o el mérito es del jefe, el ambiente de trabajo, entendiendo como tal las relaciones con el resto de compañeros, también afecta a la salud. Así, un estudio de la Universidad de Tel Aviv reveló que las personas que mantenían buenas relaciones con sus compañeros de trabajo podían vivir más tiempo que los que sufrían un ambiente laboral hostil.
¿La edad de jubilación influye sobre la longevidad?
Los estudios al respecto indican que esto depende del ambiente que se respire en el entorno laboral y, sobre todo, de lo gratificante que resulte el trabajo. A mediados del siglo XX, un estudio que se realizó en Estados Unidos mostró que un gran porcentaje de las personas que habían vivido más de 90 años se habían jubilado a una edad avanzada porque se sentían felices en su puesto de trabajo. No obstante, los expertos, aunque consideran que cuando te gusta tu trabajo eres más feliz, aconsejan que las satisfacciones provengan también de la vida privada.