Consumir alimentos que nos gustan puede animarnos y hacernos sentir satisfechos y relajados. Y por el contrario, en ocasiones, comer nuestros alimentos favoritos puede provocarnos sentimientos negativos de culpa y remordimiento. ¿Cómo podemos reducir los efectos negativos y aumentar el impacto positivo de la comida en nuestro estado de ánimo?
El principio del placer
Comer es uno de los placeres de la vida, créanme que lo sé. Los estudios muestran que el hecho de comer los alimentos que uno prefiere puede estimular la liberación de ß-endorfinas, que son las que mejoran nuestro humor. Sin embargo, el hecho de que una comida nos resulte atractiva no solo está relacionado con sus propiedades organolépticas, también depende de cuánta hambre tengamos, de las experiencias previas con ese alimento y las circunstancias sociales en las que se consume. En otras palabras, lo que nos hace sentir bien es consumir el tipo de alimento apropiado, en el momento apropiado y en la compañía apropiada. Somos máquinas perfectas.
Es normal tener días malos, dónde el estrés, el enojo y hasta la tristeza llenan nuestra mente. Aunque no lo creas la solución es comer. Sí, comer y tomar los alimentos y bebidas adecuadas te pueden ayudar a dejar ir esos sentimientos.
¿Te sientes estresado?
Trata de comer pasta de trigo integral, que contiene magnesio y puede reducir las respuestas de estrés en su cuerpo. Combina la pasta con salmón, que proporciona ácidos grasos omega- 3. Los estudios han demostrado que las grasas de pescado pueden ayudar a disminuir los síntomas de ansiedad. Completa tu comida con una ensalada de hojas verdes – como la col de Saboya – u otras frutas y verduras frescas que están llenas de vitamina C, pues en un estudio de 2011 el British Journal of Nutrition los vinculo a los niveles más bajos de estrés.
¿Estás enojado?
Tomar una taza de té para relajarte es común para muchas personas, pero la próxima vez, asegúrate de que tu té sea verde. El té verde contiene un antioxidante del estado de ánimo de nivelación llamado galato de epigalocatequina (EGCG). Según un estudio de 2012 en el Journal Appetite, los pacientes que recibieron una dosis de EGCG calificaron sus estados de ánimo como más tranquilo en comparación con los que tomaron un placebo. Sus ondas cerebrales sugirieron un “estado relajado pero atento.”
¿Te sientes triste?
¡Desayuna! Incluso puedes obtener los beneficios de un desayuno sin cocinar – simplemente toma tu plato de cereal. De acuerdo con un estudio de 2011, comer cereales al comienzo del día puede contribuir a la sensación general de mayor bienestar, tal vez debido a que el cereal es un buen digestivo. Es demasiado pronto para decirlo, pero puede haber una conexión cerebro-intestino
¿Estás desmotivado?
Bebiendo vino y holgazaneando frente al televisor puede sonar atractivo cuando uno está luchando contra la pesadez, pero el sacacorchos es tu peor enemigo en días como estos. El alcohol puede disminuir tus inhibiciones y conducir a comer en exceso. En su lugar, tomar un rápido paseo alrededor de la cuadra, suena contradictorio, pero hacer un poco de ejercicio puede en realidad aumentar tu energía, que puede ayudar a hacer frente a su lista de cosas por hacer.