A medida que vamos creciendo, las necesidades nutrimentales de nuestro organismo van cambiando. La edad determina de cierta forma, al igual que el género la cantidad de proteína, vitaminas o macronutrientes que sirven para formar estructuras o fundamentales para regular funciones fisiológicas.
El la infancia
Lo más importante es el crecimiento, es por ello que alimentos ricos en calcio, contenido en la leche y proteína, dan el aporte que necesitamos, además de que un cuerpo en formación demanda vitaminas y minerales para fortalecer en cuerpo. En este periodo los niños en su mayoría prefieren las golosinas, y es cuando hay que educarlos a comer sanamente.
-Lácteos
-Leche
-Carne magra
El la adolescencia.
En esta época hay distintos cambios hormonales y estructurales que son básicos para el desarrollo del individuo. La formación de una estructura ósea fuerte y masa muscular son críticos en esta etapa ya que serán los que ocupemos durante toda la vida.
-Carbohidratos complejos, como papa, pan y cereales integrales.
-Lácteos
-Verduras
-Frutas
-Carne de todo tipo.
A los 20 años
Es recomendable seguir la dieta de la adolescencia y aumentar las ingestas diarias. El desgaste de la estructura empieza a notarse. Aunque en esta etapa poseemos un organismo fuerte debemos de empezar a fortalecer el sistema inmunológico y nervioso.
Es un periodo de mucha actividad física y se deben restaurar las reservas de energía.
Debemos aumentar la ingesta calórica y reducir la de grasas, lo agradeceremos en la adultez.
-Incluir mariscos
-Frutos secos
-Nueces
-Verduras como el ajo y la cebolla.
En la madurez
Diferentes cambios ocurren en esta edad. Los signos de la edad comienzan a ser visibles, la tonicidad muscular disminuye, así como la capacidad de absorción de nutrientes y las funciones metabólicas normales.
Debemos ingerir menos cantidad de sal, grasa y carbohidratos simples (glucosa, dulces, pasteles, etc).