Seguro te has dado cuenta de la cantidad tan extensa de tiempo que pasamos con la preocupación por bajar de peso y mantener la línea.
Año con año nos planteamos el mismo objetivo mientras metemos una uva en nuestra boca para ver si ahora sí hacemos el “milagrito”.
Sin embargo, pasan 365 días más y no hemos reestructurado nuestros hábitos, ni llegado al lunes en el que empezamos a trabajar en nosotras, ni nada.
Al final, el problema no se vuelve fácil de resolver. Pues en realidad llevamos casi 20 años bajando de peso y aún estamos lejos de conseguir los resultados que queremos.
En los 20s
El problema es que casi siempre compramos comida. Es difícil que cocinemos algo que nos guste y que sea realmente sano porque nos falta tiempo para invertir en la preparación. Por lo general, las comidas afuera incluyen ensaladas. Pero es difícil que nos sea suficiente y nos quedemos sin pedir algo más. Por último, los días largos que implican desvelo y ocasionales salidas con alcohol y alimentos poco saludables terminan por contrarrestar nuestros avances.
La solución para esto es bastante sencilla. Si tienes tiempo para cocinar los fines de semana, hazlo. Así tendrás suficiente comida para la semana y lograrás mantener la línea. Si no, acude a una fonda en lugar de un restaurante, pues encontrarás comida más sana en porciones menores. Además, puedes dividir los platillos para comer y cenar.
Otro problema es que vivimos de dietas bajas en calorías que pueden terminar en rebote y no funcionan a largo plazo porque nos regresan al lugar en el que empezamos.
Esto puedes resolverlo si le das a tu cuerpo todos los grupos alimenticios que necesita. Si comes bien, la dieta está de más. Aumenta tus porciones de verdura y fruta en cada comida y colación. Recuerda tomar mucha agua.
Por último, muchas adoptamos estilos de vida como el vegetarianismo sin saber en qué consisten realmente. Si desconocemos todo lo que implica y cómo llevarlo de la manera correcta, bajar de peso es lo único que no haremos.
En este caso, mantener estos estilos nos puede hacer perder nutrientes que nuestro organismo requiere para mantener un buen funcionamiento. Tal es el caso de la proteína, que nos sirve para construir músculo que quema calorías y sentirnos satisfechas.
Si tienes familiares, pacientes o amigas que pasan por alguna de estas situaciones, no dudes en comentarles todo esto. Y si es posible, sugerirles que se asesoren para poder llevar el régimen más saludable para ellas.
En estos días te contaré los problemas que pasamos a los 30s y 40s para bajar de peso.