Ya que estamos entrando en el tema de cómo utilizar alternativas al ejercicio y la alimentación para quemar grasa, te presentaré los tipos de grasa de tu cuerpo y sus funciones porque puedes usarlas a tu favor.
Para empezar, hay que establecer lo siguiente: todos tenemos grasa y es necesaria.
Las grasas son indispensables para mantener la temperatura de nuestro cuerpo regulada, para proteger nuestros tejidos en caso de alguna herida y para proporcionarnos energía.
Además, pueden servirnos para bajar de peso…
Quizá no lo sabías, pero tenemos distintos tipos de grasas y estas son sus funciones.
Por ubicación
• Grasa dura o visceral: está en el área abdominal y se ubica entre los órganos. Es la más peligrosa, pues está vinculada a los riesgos cardiovasculares y diabetes. Además, es la más difícil de eliminar.
• Grasa blanda, subcutánea o periférica: solo se localiza debajo de la piel. Es la capa blanca que ves cuando sufres alguna herida y protege a los tejidos en estos casos.
• Grasa intermuscular: está entre las fibras musculares y aumenta con la edad.
Por función
• Grasa parda: abunda en el organismo de los niños. Es un tipo de grasa que produce calor para protegernos del frío.
• Grasa blanca: es la que actúa como fuente de energía cuando el cuerpo la necesita.
• Grasa beige: son las grasas pardas de los adultos. Están formadas por grasa blanca que ha tenido interacción con una hormona llamada irisina, la cual genera calor. Tiene características similares, pero no iguales a las de las grasas pardas.
Te comparto que, para elevar los niveles de irisina en el cuerpo, la mejor manera es ¡hacer ejercicio!
Llevo algunos meses explotando las funciones de estas grasas para que mis pacientes bajen un extra y los resultados son sorprendentes.
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Más adelante te contaré qué métodos hemos seguido.
Mientras tanto, ¡ejercítate! Y empieza por tu cuenta.
¡Nos vemos!