Una de las ideas que más nos está pesando últimamente, es la dependencia que por años hemos generado a las medicinas para tratar hasta la más mínima señal de incomodidad física.
Hemos visto millones de documentales sobre como las medicinas no son buenas para nosotros. Pero todos sabemos la verdad. Las medicinas sí ayudan, pero si tomamos una por cada dolor de cabeza o de estómago que sentimos, no es sorpresa que nos hagan daño.
No se trata de no tomar medicinas, se trata de aprender a tomarlas.
Y entonces, ¿qué podemos hacer para aliviar el malestar que no sean un exceso de pastillas? Hay muchas opciones, pero una de las mejores son los aceites esenciales.
Varias investigaciones muestran que ciertos aceites esenciales tienen la capacidad de afectar el sistema nervioso. Lo que significa que pueden bajar la presión, calmar o darte un impulso de energía.
Algunos de los aceites esenciales que recomendamos son:
- Lavanda – este aceite es perfecto para relajarse, especialmente recomendado antes de dormir. Tanto que, en un estudio médico, se usó exitosamente para controlar y reducir la dosis de morfina en un grupo de pacientes.
- Jazmín – es usado para ayudar a sanar cicatrices y otras marcas de la piel, ayuda a la depresión. También se ha usado como desinfectante. Pero uno de sus usos más marcados, es para reavivar el romance gracias a sus efectos afrodisiacos.
- Eucalipto – es un descongestionante natural muy conocido. Al usarlo en un deshumidificador, ayuda a purificar el ambiente y ayudarte a respirar mejor. Si lo usas en una compresa caliente, te ayudará a desinfectar los tractos nasales y los pulmones.
- Menta – Se sabe desde hace mucho que ayuda a los problemas estomacales, de hecho, ayuda con los síntomas de la irritación estomacal como el dolor, la inflamación, gas, nausea y hasta diarrea. Otro modo de usarlo puede ser para refrescarse. Si pones un poco de este aceite en otro difusor, puedes untarlo y sentir como ayuda a bajar la temperatura.
- Manzanilla – la manzanilla por lo general sabemos que ayuda a dormir mejor, pero esta es sólo una de sus otras propiedades. Una muy interesante es que es un antiinflamatorio natural muy poderoso. También se usa para calmar los nervios y la ansiedad.
Tal vez ahora te preguntes cómo usarlos, muy simple 🙂
- Inhalando – Usando vapores de agua caliente, compresas calientes o hasta un difusor, este método es muy común para tratar resfriados, dolores de cabeza y liberar estrés. En este método por lo general se usan alrededor de 10 gotas.
- Baño – Un baño con aceites esenciales, generalmente se recomiendan unas 8 gotas, son ideales para ayudarte a sanar dolores musculares, problemas de la piel, respiratorios y de sueño. Si piensas en esta opción, es muy importante que uses otros aceites junto con el que quieras usar para que se disperse de forma correcta. Puedes usar aceite de coco o sésamo como difusores 🙂
- Masajes – Muchos de estos aceites son absorbibles por la piel y esta es la manera más rica de sacarles provecho. Una buena sesión es un clásico remedio a distintas tensiones musculares.
Con toda esta información estás lista para encontrar una forma más natural de tratar ciertos malestares.
Recuerda que esto no quiere decir que dejes de ir al doctor o tomar medicamentos. Pero definitivamente si con menos frecuencia y no cada vez que sientas algo que termina siendo no tan serio.