Estoy segura de que como yo, hay muchísimas personas que también están preocupadas por el medio ambiente.
Sí, muchos otros pueden decir que es algo de moda, como si eso lo hiciera menos real. A lo que yo les diría “¿Pues es una mejor moda ¿no? Prefiero que esté de moda cuidar el medio ambiente que otra cosa más superficial”.
Lo que a veces no vemos es que cosas tan pequeñas como las cosas que compramos, también influyen.
No es solo cambiar el carro por la bici y reciclar, que no hay que olvidar, también son cosas importantes, pero podemos hacer todavía más 🙂
Hay que pensar en ¿cómo se hacen los productos que compramos?
Por ejemplo, dependiendo de donde vivas, si hicieras el cambio y tomaras agua directamente del grifo, podrías reducir la emisión de dióxido de carbono en 35.5kg al año.
Otras cosas como comer chocolate amargo en vez de chocolate que tenga leche, cambiar precisamente la leche de vaca por la leche de soja o preferir el pan integral al pan blanco.
Estas son algunas de las cosas que podemos hacer para ayudar al medio ambiente y para ser honesta, saben muy bien y hasta nos ayudan a nosotros a comer más saludable.
La clave ambiental aquí es que los procesos de los alimentos recomendados, son menos dañinos y menos pesados que los de los no recomendados.
Si solo una persona lo hace, no se ve la diferencia claro. Pero si más gente copera, más rápido vamos a notar como cambia el mundo a nuestro alrededor.
No te quedes sin poner tu granito de arena para mejorar tu vida y el mundo que te rodea 🙂