La primera vez que me decidí a empezar una de las dietas para bajar de peso pensé que lo más difícil sería no consumir carbohidratos y posiblemente no volver a probarlos.
Incluir en la lista negra: pan, arroz y papas, puede representar un duelo muy doloroso.
Este tipo de hidratos de carbono desaparecieron de mi vista por más de 5 años, en este periodo solo le gané tres kilogramos a mi sobrepeso que cuando los comía regularmente. Creo que sin ellos prefiero comer arena. Bueno, creo que estaba exagerando…
El secreto está en saber consumirlos
Generalmente las papas son servidas con cantidades exageradas de aceite, por estar fritas. Si cambiamos la manera de cocinarlas pueden darnos un aspecto más rico, atractivo y saludable.
Todos los tubérculos como la papa, zanahoria, camote blanco, betabel (remolacha) y tapioca, tienen grandes contenidos nutritivos y pocas calorías.
Al cocinarlas a la parrilla o a la plancha no tendrán absorción de aceite en su preparación, además de que adquieren un sabor y color más acentuado. Solo condimenta con sal de mar y espolvorea con hierbas finas como romero y mejorana. Sus almidones pueden ser procesados más fácilmente.
Las pastas pueden ser un problema con la obesidad, sus carbohidratos refinados no son fácilmente metabolizados por el organismo, además que causan inflamación, mala digestión e incremento de peso.
En el mismo caso tenemos al pan y los bollos de miga. La molécula que contienen es compleja y resultará en aumento de peso y tallas. En este caso es posible optar por alternativas integrales en el caso del pan.
Hay pastas fabricadas con harina de lenteja y frijol, son deliciosas y poseen proteínas de altísima calidad para una alimentación adecuada.
1. No tengas prejuicios
Contenga carbohidratos o no, la comida en general no es totalmente buena o totalmente mala.
Tú tienes la opción de elegir lo que tu cuerpo necesita en materia de salud y nutrición.
2. Prioriza el consumo de almidón integral
Tengo que confesar que necesito un poco de alimentos que contengan almidón para funcionar correctamente o quizás para sentirme más satisfecho.
Si no obtenemos nuestra ración de carbohidratos podemos llegar a sentir un bajón y estar de mal humor.
Elige cereales integrales como el arroz basmati, o trigo integral, son deliciosos al incluirlos en los desayunos, además te darán esa sensación que necesitas.
3. Date chance
Cuando te encuentras en un periodo especial o dieta se te restringen varios alimentos en particular los que contienen harina, grasa o azúcar.
Si durante el plan alimenticio que sigues, se te atraviesa un evento especial, siempre tendrás la opción de no perderte la rebanada de tiramisú que extrañas, o la porción de helado después de un asado.
Date un respiro, sé consciente de la tabla de equivalencias y no abuses.
Acude a tu nutricionista para que te asesore en estas situaciones. Darte un respiro no es igual a hacer trampa.
4. Confía en tu avance y fija tus metas
Enfrenta a este grupo alimenticio con decisión ya sea en la cantidad y calidad cuando los consumes. Posiblemente al principio de la dieta los tendrás que restringir, pero poco a poco, mientras avanzas hay posibilidad de tenerlos de tu lado y ayudarte a bajar de peso.