Tal como dice la frase: “La felicidad no es el destino, es un viaje”, así es como deberíamos vivir la vida. Pensando que la felicidad debería ser la gasolina de nuestras intenciones, en vez de al revés. Basándonos en esto, dejamos algunos pasos que pudieran ayudarte a hacer más ameno y gozoso tu viaje.
1- Decide ser feliz
Suena fácil…pero no lo es, en lo más mínimo (lo sabemos, pero aun así lo recomendamos). Analiza lo que pasa cuando empieza tu día, empiezas a darle “órdenes” a tu cerebro, tales como que tienes que llegar temprano, y haces todo lo que está en tu poder para lograrlo. Igual que este ejemplo, piensa como sería si te empeñaras y decidieras firmemente que quieres ser feliz. Independientemente de que algo te salga mal, decide que te aferraras al deseo de estar bien, de sentirte feliz. Una vez que logres decidir firmemente que esto es lo que quieres para ti, el universo conspirará a tu favor.
2- Ve el lado positivo de las cosas
Sin ahondar mucho en este paso, piensa en que si le ves el lado bueno, las cosas se tornan más fáciles. Así que no le veas el lado positivo solamente, sino también búscales el camino fácil.
3- Cambia malos hábitos
Todos tenemos de estos, acompañándonos día con día, muchos impactan nuestra salud y muchos impactan nuestro estado anímico. No es fácil dejarlos, pero tampoco imposible. Toma 20 días de fuerza de voluntad, romper un hábito, después de esto será más difícil recaer. Seguramente ya pensaste en alguno que has querido cambiar, pero no te has convencido de hacerlo. Esta es la señal que estabas esperando.
4- No temas al cambio (Suelta viejas creencias)
Al estar presente y vivir al día, tendrás que enfrentar a personas y situaciones que no van acorde a tu manera de pensar o ver el mundo. No tengas miedo de esto, atrévete a cambiar de opinión y de reconocer un error. Eso es mejor a vivir por siempre creyendo que porque algo siempre ha sido de una manera, siempre será así.
5- Aprende a estar presente
Presta extrema atención a este paso, porque hoy en día es tan sencillo que nos perdamos en nuestros celulares, nuestras tabletas o cualquier aparato que nos sirva de distracción y esto no nos permite estar aquí, ahora. Suelta toda distracción por una hora ó dos y ve a caminar, incluso a un café a platicar, ve a los ojos a la persona que te acompañe, conecten sin necesidad de otras cosas. Hay muchas técnicas para estar presente, de las más conocidas ó populares son: la meditación, el yoga, etc. Estas por medio de la respiración y la contemplación logran dejar nuestras mentes en blanco, vaciarnos de lo que sobra y centrarnos en el aquí y ahora. Cuando logres estar presente, apreciaras cada minuto que transcurra con otra mentalidad. Entenderás que no hay momentos iguales en esta vida y no los malgastaras.
6- Haz actividades físicas, recreativas y de entretenimiento
Cualquier actividad física, recreativa, al aire libre que realices impactará de manera positiva tu día. Sea una pequeña caminata en el parque, sea jugar basketball o lo que más te guste hacer, el desgaste físico te permitirá sentirte vitalizado, lleno de energía, con mejor humor, te dará más lucidez y te permitirá enfocarte más fácilmente. También te ayudará a controlar la ansiedad, y a disminuir el estrés. Incluso si sufres de algún trastorno de sueño, ayudará a que logres relajarte para conseguir el sueño.
7- Agradece
Este paso esta muy ligado al estar localizado en el aquí y el ahora. Esto se debe a que tu conciencia está en cada una de las cosas que te están sucediendo y que tienes en este momento, por eso agradeces. Cuando eres consciente de todo lo que tienes para agradecer, te sitúas inmediatamente en el ahora, y esto nos impacta a nivel personal y emocional incrementando nuestros niveles de satisfacción y desvaneciendo los síntomas depresivos.
Recapacita un poco, y haz memoria de cuando fue la última vez que agradeciste. Si no recuerdas hace cuanto fue esto, piensa en 4 cosas buenas que hayan pasado en tu día, da gracias.