Los alimentos que consumimos contienen diferentes tipos de grasas, algunas son grasas buenas y otras son grasas malas.
Las grasas buenas aportan beneficios a la salud del cuerpo y las necesitamos. Mientras que las grasas malas pueden perjudicar y complicar algunos procesos que nuestro cuerpo lleva a cabo todos los días.
Las grasas buenas o insaturadas son nutrientes que nuestro cuerpo necesita para obtener energía y ayudan a mantener nuestro corazón sano. Se encuentran en alimentos como el aguacate, el salmón, el atún, algunos frutos secos como las nueces y algunos aceites como el de oliva, entre otros.
Las grasas malas dañan nuestra salud porque contribuyen a elevar los niveles de colesterol y favorecen la aparición de otro tipo de padecimientos como los cardiovasculares, el sobrepeso, la obesidad, cáncer y diabetes, entre otros.
Y de entre las grasas malas (saturadas y trans), las trans son las más perjudiciales porque además de elevar los niveles de colesterol malo, reducen los niveles de colesterol bueno.
Aquí está una lista de alimentos que contienen grasas malas “trans”.
1. Cualquier alimento frito
Los alimentos fritos son altos en grasas no saludables y calorías, por lo cual, aumentan las grasas en la sangre y nos hace más propensos a sufrir enfermedades cardiovasculares, sobrepeso y obesidad.
Los alimentos fritos también contienen sustancias nocivas, como la acrilamida, que puede aumentar el riesgo de cáncer y daños en los nervios.
La acrilamida resulta de freír los alimentos, especialmente los carbohidratos, como las papas.
Los restaurantes de comida rápida y otros restaurantes suelen utilizar grasas trans para freír los alimentos porque se conservan más y son más económicas. Pero estas grasas están relacionadas con infartos, obesidad, diabetes tipo 2 y algunos cánceres, como el de colon y seno.
2. Pasteles y productos horneados
Estos productos están repletos de calorías. En sólo 100 gramos de pastel podemos encontrar entre 250 y casi 800 calorías, dependiendo del tipo de pastel. Y hay casos todavía peores. Una rebanada de pastel de zanahoria o de cheesecake puede contener hasta 1,000 calorías.
El problema de los pasteles y productos horneados es que contienen varios ingredientes que son malos para la salud como la harina, aceite, mantequilla o manteca y el azúcar. Solamente el azúcar aumenta la presión de la sangre y los niveles de triglicéridos.
Comer pasteles y productos horneados hace que una persona suba de peso con mucha facilidad por su alto contenido calórico.
3. Margarina
Este producto está relacionado con enfermedades cardíacas, cáncer, problemas en los huesos, desequilibrio hormonal, enfermedades cutáneas, infertilidad, problemas en el embarazo y con la lactancia, bajo peso al nacer y problemas de crecimiento y de aprendizaje en los niños.
La margarina no tiene elementos nutritivos y es aconsejable sacarla de nuestras comidas.
4. Galletas y panecillos dulces
Son productos que tienen muchas calorías y desencadenan aumento de peso 
porque no aportan fibra y tienen demasiada azúcar, específicamente azúcar refinada, lo cual puede desencadenar enfermedades graves como la diabetes tipo 2.
Además, tienen muy poco contenido de vitaminas y minerales.
También aportan colesterol, que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas; sodio, que puede causar hipertensión; son pobres en proteínas; aumentan la producción de radicales libres, unas moléculas que son potencialmente cancerígenas; y su consumo afecta la función cerebral, destruyendo conexiones entre neuronas, lo que deteriora nuestra capacidad de aprendizaje y memoria.
100 gramos de estos alimentos nos pueden aportar un promedio de 450 calorías, que se van directo a un aumento de peso.
5. Helados
Los helados son malos para nuestra salud porque tienen un alto contenido de grasa de leche. Que es una grasa saturada, perjudicial para nuestra salud.
También contienen elevados niveles de azúcar.
Los helados de crema son más calóricos que los de hielo. Por eso, ten cuidado cuando vayas a consumir uno en época de calor, aunque lo recomendable para eliminar los ingredientes dañinos para nuestra salud es hacerlos en casa.
Lo principal a la hora de alimentarnos es hacer una correcta selección de las grasas que necesitamos y balancear con los otros grupos nutricionales.
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