Ser parte de una familia es jugar ciertos roles, es llevar una vida con más personas dentro de una misma casa, pero es mucho más que eso. Un aspecto clave es que es importante cenar en familia.
La familia
La familia es el lugar de donde vienes, es tu origen, donde aprendiste y donde empezaste a ser quien eres. La educación, los valores, los gustos; también los hábitos y las buenas costumbres, Todo eso, viene de casa.
Pero así como la familia nos otorga muchas cosas buenas, si no se cuidan algunos detalles, pueden perderse ciertos hábitos o buenas costumbres y pueden llegar a ser cambiadas por indiferencia o a veces algo más.
Cenar en familia
Cenar en familia no solo es hacer una comida más. Es la última comida del día, en la que todos los miembros de la familia se reúnen para verse y contarse todo lo que hicieron en su día.
Es una hora y un momento para interactuar, para platicar, para disfrutar de la comida y traerle calor y conversación a la casa.
Cenar todos juntos, fortalece los vínculos familiares, te permite abrirte paso a los sentimientos, emociones y formas de pensar de cada integrante.
Te ayuda a divertirte en equipo y a descubrir que tus mejores amigos, los primeros siempre van a estar dentro de tu propia casa.
Decidir la cena o ir a algún lado a cenar puede resultar algo agradable después de un día de trabajo.
Preparar la cena juntos, ayuda a ahorrar el trabajo pesado para una sola persona y alienta a la conversación, escuchar con atención a veces es lo único que necesitas para estar en paz.
Después de todo, para que funcione cualquier relación se depende de la comunicación.
Es bueno saber darle un momento y un espacio a todo. Si comes a tus horas y lo haces rutinariamente en familia, no solo estas disfrutando, si no le estas poniendo un orden a tu vida, y un espacio a esas personas especiales con las que compartes la casa, un buen hábito que se pasa de generación en generación.