Hoy te quiero hablar de la importancia de la fibra, esta ayuda al movimiento natural del intestino para procesar los alimentos. Funciona como una escoba que libera el paso evitando así la inflamación y el estreñimiento.
La fibra dietética la contienen principalmente: legumbres, frutas y cereales. De estos últimos debes preferir los integrales ya que conservan germen y el salvado, que son desechados cuando se refinan. Otra de las ventajas de incluir fibra en la dieta, es la capacidad que tiene de absorción de agua permitiendo que tengas una sensación de saciedad y ligereza.
La Clínica Mayo es una de las autoridades estadounidenses en el orden de la nutrición y recomienda una ingesta diaria de cereales integrales, y legumbres ricas en potasio, selenio y magnesio claves para una buena digestión.
Otro de los beneficios que debes de tener en cuenta es la eliminación de colesterol de la red circulatoria y el buen funcionamiento del corazón. Evitando así problemas como hipertensión y varices.
Incluye en tu desayuno una porción de 30 g de fibra (avena, linaza, cebada). Agrégalos al yogurt griego o a rebanadas de fruta.
Esta ración aportará de 3 a 4 g de proteína suficiente en la tabla recomendada añadiendo frutas frescas. Las verduras pueden ser crudas en deliciosas ensaladas o escalfadas ligeramente al vapor.
Descubre que algunos tipos de fibra como la semilla de chía tienen cualidades extraordinarias gracias a su mucílago. Que es una membrana que absorbe agua y al mismo tiempo contiene proteína y omega3. Infaltable en tu dieta.
Coloca a la fibra como tu aliada en tu plan de alimentación. Para mejores resultados acude a tu especialista para información más específica sobre raciones y medidas.