No es secreto que, justo al momento de pensar o considerar una dieta o cualquier otra opción para tratar de llevar una vida más saludable, estamos motivados por algo que queremos. Pero también sabemos que vamos a sufrir. Evidentemente cambiar los hábitos alimenticios no es fácil.
¿Porqué?
Asociar un cambio con el sufrimiento, es la mejor forma de empezar a fallar en el mismo.
Ok, va, no es fácil, lo sé. Pero tenemos que estar muy comprometidos con nuestro objetivo si queremos en verdad hacer un cambio.
No te preocupes, mira déjame te paso algunos tips para que vallas dándole un giro a esos pensamientos negativos y en verdad logres ese cambio que quieres:
- ¿Qué quieres cambiar?: acuérdate que esto no es necesariamente tu objetivo o la razón de ese objetivo. Esto no es un “quiero estar más flaca porque no me gusta cómo me veo”, es más bien aprender que pasa en tu día a día que te está generando ese sentimiento. Es más como un “Ya no quiero comer cosas dulces cuando sienta antojos” por ejemplo.
- No es prohibirse algo: Si lo vez como una prohibición, poco a poco se va a convertir en un castigo. Tiene que ser por CONVICCIÓN. Esto es, una decisión real y no una de 5 minutos. Date un momento para pensarlo antes de aventarte al vacío. Medítalo y si te sientes abrumada con lo que encuentras, respira y acuérdate que…
- El cambio es gradual, no instantáneo: No se va a dar mágicamente y no se va a dar desde el momento en el que te decidas. El día de mañana te vas a sentir diferente. Simplemente acuérdate que esto se hace con calma y probablemente vas a fallar algún día, pero hay que poner las cosas en perspectiva.
- Mide Tus Avances y fracasos: Cada vez que logres NO comerte eso dulce a la hora del antojo, regístralo 🙂 … Pero también cada vez que SI te lo comas. Lo que esto hará es que te ayudará a darte una idea REAL de cómo vas y porque estás viendo los resultados que ves.
- Trata de hacerlo placentero: Me refiero a que, a esa hora que te va a dar el antojo, si no comes algo, vas a estar pasándola mal. Si te acostumbraste a comer chocolate, comienza cambiándolo por algo más nutritivo. Como un chocolate de cacao sin azúcar o algo por el estilo. Tienes que poder adaptarlo a tu estilo de vida sin mucha dificultad.
- Sé muy específica: En serio MUY específica. Esto hará que tus metas sean logrables de verdad y no cosas imposibles que nunca vas a alcanzar. Empieza incluso con algo específico del día. Como “cuando me den antojos, solo voy a ceder a uno” o algo similar. Así de directo, al punto y honesto.
¡Ánimo!
Traer esto en mente fue la diferencia para mí y sé que también puede serlo para ti 🙂