Una nueva investigación indaga en como afecta lo que comes a tu estado de ánimo y como lo que comemos debe cambiar conforme vamos creciendo.
Lina Begdache, profesora asistente en la Universidad de Binghamton, realizó una encuesta anónima en Internet junto con otros investigadores. Pidió a personas de todo el mundo que completen el Cuestionario de Humor de Alimentos (FMQ).
División por edades
Este incluía preguntas sobre diferentes grupos de alimentos que se han asociado con diferentes aspectos de la neuroquímica y neurobiología. Al analizar los datos, descubrieron que el estado de ánimo de adultos jóvenes (18-29) parece que depende de los alimentos que ayudan a generar nuevos neurotransmisores en el cerebro (carne).
Y el estado de ánimo en adultos (más de 30 años) puede depender más de los alimentos que tienen antioxidantes (frutas) y la abstinencia de alimentos que activan de manera inapropiada el sistema nervioso simpático (café, alto índice glucémico y saltarse el desayuno).
“Uno de los principales descubrimientos, es que la dieta afecta de manera diferente la salud mental de adultos jóvenes frente a los adultos”, dijo Begdache. “También el estado de ánimo de los adultos jóvenes parece ser sensible a la acumulación de sustancias químicas. El consumo regular de carne conduce a la acumulación de serotonina y dopamina, que ayudan a mejorar el estado de ánimo. En otras palabras, los adultos jóvenes que comieron carne (roja o blanca) menos de tres veces a la semana y se ejercitaron menos de tres veces a la semana, mostraron una angustia mental significativa “.
“Por el contrario, el estado de ánimo de los adultos parece ser más sensible al consumo regular de fuentes de antioxidantes y la abstinencia de alimentos que inapropiadamente activa la respuesta innata del estrés”, agregó Begdache. “Con el envejecimiento, hay un aumento en la formación de radicales libres (oxidantes). Por lo que nuestra necesidad de antioxidantes aumenta. Los oxidantes causan trastornos en el cerebro. Además, nuestra capacidad para regular el estrés disminuye. Así que si consumimos alimentos que activan la respuesta al estrés, tenemos más probabilidades de experimentar problemas mentales. Como el café y demasiados carbohidratos”.
Diferencia de género
Begdache y su equipo también están interesados en comparar la ingesta dietética entre hombres y mujeres. Hay una diferencia de género en la morfología del cerebro que también puede ser sensible a la dieta y hay que investigarse.
Información súper importante para saber a qué le damos prioridad en lo que comemos 🙂
