A lo largo del día, existen muchos factores externos e internos que pueden afectar los niveles de energía, disminuyendo nuestra productividad y motivación. El líder espiritual Dalai Lama ha definido diez “ladrones de la energía” de los que debes estar consciente para conseguir el estado mental que necesitas para triunfar en tu ámbito personal y profesional. Hay que elevar nuestros niveles de energía espiritual.
A continuación te compartimos estas 10 claves y te decimos cómo puedes aplicarlas para ser un emprendedor más exitoso:
1. Aléjate de las personas tóxicas. Aprende a distinguir a aquellos que te hacen bien de los que te hacen mal; a aquellos que te motivan de aquellos que te detienen.
Aléjate de las personas que solo te comparten quejas, problemas y emociones negativas. Rodéate de seres humanos que te motiven a ser mejor e impulsen tu buen humor.
2. Paga tus cuentas a tiempo. Pocas cosas proveen una sensación de paz como la de saber que no debes nada y que no te deben nada. Procura estar al día en tus pagos y evita el incremento de intereses; por otro lado, también es importante que cobres a tiempo tus deudas. Estar al corriente con tus pagos y tener finanzas sanas te ayudará a sentirte tranquilo.
3. Cumple tus promesas. Esta es una de las características más valiosas de un emprendedor. Si prometes algo, asegúrate de hacerlo realidad; ya sea a tus clientes, socios, empleados, proveedores, acreedores o inversionistas.
Si te has resistido a cumplir con lo que prometiste pregúntate a qué se debe; puede que aún estés a tiempo de disculparte, re-negociar u ofrecer una alternativa. En este punto también es clave que aprendas a decir que “no”; debes estar consciente de tu realidad, posibilidades y limitaciones.
4. Delega. Debes entender que no eres experto en todo y que no tienes el tiempo para terminar con todas las tareas. Además, que en tu rol de directivo, es importante que dediques algunas horas a planear, a pensar y a hacer las cosas que más disfrutas. Solo si aprendes a delegar en las personas correctas tu empresa podrá crecer y pasar al siguiente nivel.
5. Descansa. Aunque estés muy ocupado, de vez en cuando tómate un “break”. Hazlo por lo menos a la hora de la comida y en la tarde. A la par de ayudarte a reparar fuerzas, regresarás al trabajo con una perspectiva fresca y energías renovadas. Hacerlo te ayudará a ser más creativo y a reducir el desgaste, que puede afectar tu salud y productividad.
6. Organiza. El Dalai Lama afirma que no hay nada que absorba más energía que estar en un espacio desordenado lleno de cosas que no necesitas. Ordena tu escritorio, limpia la bandeja de entrada de tu correo electrónica y arregla tu casa; tener los objetos en el lugar donde deben de estar no solo te ahorrará tiempo, sino que te ofrecerá un sentido de tranquilidad que permite que trabajes mejor.
7. Cuida tu salud. Recuerda, el activo más valioso de tu compañía eres tú mismo. Y nada en ti podrá funcionar a menos de que la “máquina esté bien aceitada”. Así que asegúrate de hacer ejercicio, cuidar tu alimentación y dormir bien.
8. Enfrenta las situaciones difíciles. Nunca es fácil despedir a un empleado, hablar de algún problema con tu socio o enfrentarte a los inversionistas por la falta de resultados; no obstante, tarde o temprano lo tendrás que hacer. Posponer las cosas únicamente te genera más estrés y dificulta enfocarte en lo importante.
9. Acepta. No se trata de resignación, sino de evitar resistirse a una situación que no puedes cambiar. Si tu negocio no está dando frutos y ya pusiste todo tu esfuerzo en él, quizás es momento de cerrarlo e iniciar una nueva aventura.
Tal vez la mejor frase que ilustra esta idea es la célebre oración de San Agustín: “(Señor) concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia”. Si está en tus manos actúa, si no lo está, admítelo y déjalo atrás.
10. Perdona. Si lo aplicas verdaderamente, este consejo puede cambiar tu vida y percepción de las cosas. Deja ir aquellas situaciones que te causen dolor; no hacerlo te produce dolor y estrés. Si empiezas por cambiar tu actitud hacia el pasado podrás permear la actual y transformar tu futuro en lo que tú quieras