Esos antojos son de las razones principales por las que “crecemos hacia los lados”. Pero ¿qué hacer? El cuerpo sabe lo que quiere. Y es cierto, si se te antoja algo dulce, puede ser que tu cuerpo te esté pidiendo lo que necesita. Pero esto sigue sin ser justificable para perdernos entre postres, pasteles y golosinas. También, hay que aprender a ponerle atención a los antojos. Atiende tu cuerpo, muchas veces en realidad piensas que quieres algo dulce, pero en verdad quieres algo más. Checa estos tips para reemplazar los antojos.
- Si se te antoja algo grasoso, un antojo de pizza o hamburguesa, mejor come una papa al horno, carne magra o incluso, si no puedes resistirte, una pizza de corteza delgada.
- Si se te antoja una bebida dulce, como el refresco, recuerda que estas aportan una cantidad enorme de azúcar al cuerpo. Mejor prueba aguas naturales como agua de limón con pepino y jengibre, smoothies o té helado (no el superazucarado que venden en autoservicios).
- De botana mejor prueba cereales con fibra. Puedes combinarlos con leche o yogurt e incluso helados light. Estas son mejores opciones que unas papas u otras golosinas. Otra cosa que puedes hacer es tener una mezcla de nueces o fruta.
- Par el pan, cómelo integral o de grano entero. El blanco es el que más aporta a las llantitas y hoy muchas panaderías están sacando opciones alternativas al blanco.
- Si se te antoja un chocolate, prueba con cacao con leche descremada o semidescremada. O prepara una mezcla de pasitas, frutas secas, nueces y poquitas chispas de chocolate.
Otros consejos que te ayudarán a prevenir esos ataques de hambre intensa:
- Desayunar te ahorrará los ataques de hambre matutinos o de media mañana. Una buena opción es un huevo cocido, un pan tostado integral y un vaso de leche.
- Aprende a frenarte. Puede que caigas en el antojo y sólo tú sabes que tan bien o mal esta eso. Nosotros ni nadie puede juzgarte. Pero te recomendamos que aprendas a medirte. Si ya estás comiendo algo del antojo, trata de que sea poco, no te acabes el bote de nieve entero.
Y al final, recuerda que tu determinación personal, tu fuerza de voluntad es lo que hará la diferencia 🙂