¿Quieres saber cuál es tu verdadera edad? Podemos decir que existe una edad cronológica y una edad biológica.
Diferencias
- Edad Cronológica: Los años transcurridos desde la fecha de nacimiento
- Edad Biológica: Aquella que se aparenta y se expresa biológica y psíquicamente
La Edad Cronológica tiene más un valor social o legal.
La Edad Biológica trabaja sobre una base estadística de señales (arrugas, canas…) y del estado funcional del cuerpo comparado para cada edad.
Es lo que de forma coloquial entendemos que a pesar de tener una edad concreta, nuestra imagen física, nuestra actitud ante la vida y en general todos los aspectos que podamos manifestar son más propios de tener más o menos edad.
¿Podemos retrasar nuestro reloj biológico y cambiar nuestra verdadera edad? O quizás sería más propio plantearnos si hay algo podemos hacer para que ese reloj avance más despacio.
Envejecer abarca aspectos tanto físicos como mentales. Y hay influencias propias a la edad imposible de prevenir asociada a nuestra genética. Pero otra son perfectamente previsibles y entre ellas quizás la más obvia es la alimentación.
Nuestro historial alimentario, la correcta y equilibrada forma en la que hayamos incorporado nutrientes a nuestro organismo, sin duda ha podido ser la mejor o peor inversión sobre nuestro estado de salud y por tanto el reflejo del aspecto físico que podamos manifestar.
En este sentido la acción de los antioxidantes que aunque cuerpo los genera de manera natural, pero que con el paso del tiempo, los malos hábitos e inclusive por enfermedad deja de producir de manera eficaz, son determinantes para que incorporados a nuestros hábitos alimenticios contribuyan a retrasar ese reloj biológico y por tanto ir frenando el envejecimiento y las enfermedades por degeneración.
