Aprender a comer es la clave para lograr mantener una alimentación saludable y equilibrada.
De hecho, cuando se inicia una nueva dieta lo que hay que hacer es reorganizar el sistema de comidas y saber muy bien la calidad de lo que se debe comer y además de cómo comerlo.
Hay que dejar bien en claro que el hacer dieta no implica que tengas que dejar de comer, sino comenzar a ingerir alimentos más sanos.
Ojo, las dietas que te restringen a consumir sólo un grupo de alimentos (un claro ejemplo son esas dietas donde sólo comes frutas) son perjudiciales para la salud y frecuentemente las personas suelen sufrir del “efecto rebote” con este tipo de regímenes alimenticios.
Esto sucede porque no se siguió una dieta correcta, que es donde puedes comer de ciertas comidas (estas dependen de tu organismo) de TODOS los grupos alimenticios. En pocas palabras, necesitas una dieta EQUILIBRADA.
Por ejemplo, hacer una dieta no es dejar de comer pan porque la harina contiene vitaminas del complejo B, como la tiamina, fundamental en el metabolismo de grasas, proteínas y ácidos nucleícos (ADN, ARN).
Tampoco se debe de eliminar del todo el azúcar, ya que ésta es una fuente de energía necesaria para que el organismo funcione adecuadamente durante el día y no tengamos la sensación de cansancio.
Si actualmente te decidiste a cambiar tus hábitos alimenticios para recuperar tu figura y mantenerte sana, entonces es importante que consideres las siguientes recomendaciones.
Ordena los horarios de comida
Las comidas deben estar separadas entre sí con un máximo de tres horas. Por ejemplo, si la persona comió el desayuno a las 8:00 am, lo recomendable es que a las 11:00 ingiera otra vez algún alimento, idealmente una colación liviana como yogurt (de preferencia griego) o una fruta.
Estos hábitos hacen que al llegar la hora de la siguiente comida, en este caso el almuerzo, la persona no esté tan ansiosa de comerse todo lo que tiene a su alcance.
Consume al menos dos litros diarios de agua
En una dieta es fundamental el consumo de líquido, de preferencia agua natural.
Lo ideal es tomar como mínimo dos litros diarios, ya que esto sirve para eliminar desechos, rehidratar la piel, facilitar todos los procesos metabólicos, entre otros.
Haz ejercicio físico
Si por horarios la persona no puede ir a un gimnasio regularmente, se recomienda caminar a diario media hora, al menos tres veces a la semana.
Comer lentamente
Los alimentos se deben consumir lentamente, tomándose el tiempo necesario, para que el cerebro se dé cuenta de que está comiendo, ya que de otra manera la persona se mantendrá con la sensación de hambre.
Si estás lista para un nuevo estilo de vida, entonces aplicar estas recomendaciones te serán de gran utilidad para lograr el cambio que te mereces.
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