Un estudio recién publicado en la revista Cell, detalla la investigación de Paolo Sassone-Corsi, director del Centro de Epigenética y Metabolismo de la Universidad de California, Irvine, que junto a sus colegas revelaron cómo los ritmos circadianos (el reloj biológico del cuerpo) cambian. Esto es resultado del envejecimiento fisiológico. El proceso de envejecimiento se basa principalmente en el metabolismo eficiente de la energía dentro de las células.
Los investigadores descubrieron que, en una comparación entre ratones más jóvenes y viejos, el ciclo de 24 horas en el sistema metabólico controlado circadiano, permaneció igual en los roedores más viejos. Aunque sí hubo cambios notables en el mecanismo circadiano. Este activa y desactiva genes basados en el uso de energía de las células. En pocas palabras, las células más viejas procesaban la energía de manera ineficiente.
Este mecanismo funciona muy bien en un animal joven, pero básicamente se cierra en un ratón viejo.
Sin embargo, en un segundo grupo de ratones el procesamiento de energía dentro de las células no sufrió cambios. Estos ratones eran edad avanzada que fueron alimentados con una dieta con 30% menos calorías durante seis meses.
De hecho, la restricción calórica funciona rejuveneciendo el reloj biológico de una manera muy poderosa. En este contexto, un buen reloj significaba un buen envejecimiento.
Un equipo de investigación del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona colaboró con el equipo de Sassone-Corsi para corroborar los resultados el funcionamiento del reloj corporal en las células madre de la piel de los ratones jóvenes y ancianos.
Concluyeron de igual forma que una dieta baja en calorías conservaba la mayoría de las funciones rítmicas de la juventud.
Según los investigadores de la UCI y de Barcelona, estos estudios pueden ayudar a explicar por qué una dieta restringida en calorías retrasa el envejecimiento en los roedores. Las implicaciones para el envejecimiento humano podrían verse beneficiadas gracias a esto.
Se ha demostrado en estudios anteriores que las dietas bajas en calorías pueden extender la longevidad. Pero la UCI y la investigación de Barcelona son las primeras en demostrar que la restricción calórica influye en la participación de los ritmos circadianos del cuerpo con el proceso de envejecimiento celular.
Esto es crucial para nuestros pacientes de edad avanzada. Ya que, basándonos en estas nuevas investigaciones, podemos ayudar a mejorar su calidad de vida.