Nadie puede negar, que antes se comía mejor, más sano y que debido a que no había el estrés que hay hoy en día la gente se movía más y gozaban de mejor estado de salud. Mucho de esto es producto de la dieta paleolítica.
Reproducir ciertas condiciones que vivió el ser humano en el Paleolítico, como alimentación, exposición al sol, movimientos… Genera un estado de bienestar y salud.
De forma simplificada el cuerpo humano tiene el siguiente sistema para la obtención de la energía:
-Su recurso más rápido de energía es el “azúcar” (carbohidratos). La dieta de la mayoría de personas en la actualidad es muy alta en carbohidratos.
-El recurso más lento es la grasa, por eso cuesta tanto deshacernos de ella, porque si el cuerpo demanda energía, va a obtenerla de donde sea más rápida, el azúcar, y como hoy en día nuestra alimentación sobrepasa la necesidad de carbohidratos, siempre suele tener reservas para gastar.
El problema es que el cuerpo solo puede almacenar una pequeña cantidad de carbohidratos (el resto lo hace en forma de grasa). Esto es debido a que el cuerpo estaba acostumbrado a vivir en un ambiente en el que había muy pocos carbohidratos. Nuestros antecesores comían plantas y animales para obtener los nutrientes que necesitaban. Además comían mucho más esporádicamente, debido a que no tenían un aprovisionamiento constante de alimentos como hoy en día. Por eso el ser humano se adaptó a almacenar energía en forma de grasa para usarla en tiempos de escasez.
De esta forma actualmente la mayoría de personas al comer diariamente excesivas cantidades de carbohidratos almacena mucho más grasa de la que gastan.
Pero esto, se puede cambiar y mantener un nivel óptimo de grasa corporal estabilizando los niveles de energía.
¿Cómo?
Reduciendo el consumo de carbohidratos, se modera la producción de insulina y como tal la acumulación de depósitos extras de grasa en el cuerpo, evitando además muchos de los problemas de salud y enfermedades con el estilo de vida actual.
En cuanto a la actividad física, todo el mundo sabe lo que tiene que hacer. No se pide que estéis en continuo movimiento como nuestros ancestros, porque es imposible con el ritmo de vida actual, pero 30 minutos al día de actividad física moderada, no cuesta nada y todo el mundo puede hacerlo.
En cuanto a la exposición solar, esta ayuda a la síntesis de vitamina D, que a su vez esta ayuda a la absorción y fijación del calcio en nuestros huesos. Antes no había los problemas de osteoartritis que tenemos ahora, y esta es una de las muchas razones por las que tanto predomina hoy en día.
Sé que no todo es nuestra culpa, porque la vida evoluciona y nosotros con ella, pero si podríamos imitar algunas actuaciones de nuestros antepasados.