Sabemos que consumir alcohol de forma moderada puede ser beneficioso para la salud a largo plazo. Y claro que sabemos que el consumo excesivo de alcohol ciertamente no lo es.
El alcohol es parte de nuestro desenvolvimiento social cotidiano e irónicamente es una de las sustancias más nocivas para el cuerpo.
Mientras que a largo plazo puede ser bueno para algunas cosas. Incluso la ingesta moderada causa daño a las células cerebrales.
Pero ¿Podrían los tomates ayudar con esto?
Los tomates no van a salvar a nuestros pacientes (ni a nosotros) del dolor de cabeza, mareos y ojos inyectados de sangre clásicos de la mañana siguiente a una noche de fiesta.
Pero las investigaciones muestran que los tomates pueden proteger tu cerebro e hígado de los estragos del alcohol.
El doctor Xiang-Dong Wang, director del laboratorio de nutrición y biología de cáncer de la Universidad de Tufts en Boston, MA, y su equipo probaron el efecto de los tomates en ratas expuestas a ciertas dosis altas de alcohol.
Los experimentos utilizaron el equivalente a 100 gramos de consumo de alcohol. Que es aproximadamente 7 bebidas alcohólicas, diariamente durante 4 semanas. Esto imita el consumo crónico y excesivo de alcohol en los seres humanos.
Mientras que al mismo tiempo se probaron tres diferentes productos de tomate:
- polvo de tomate, que es nutricionalmente equivalente a tomate entero
- extracto de tomate, que contiene sólo componentes solubles en grasa
- licopeno purificado, que es el pigmento rojo que da a los tomates su color y un conocido antioxidante
Las enzimas en el hígado descomponen el alcohol que bebemos, lo que causa daño a las células del hígado.
El polvo de tomate (pero no el extracto o licopeno purificado) redujo los efectos del daño del alcohol en más del 90 por ciento de las ratas.
Estos resultados concuerdan con hallazgos anteriores que determinan que el licopeno por sí solo no previene el daño al hígado y apunta a que los tomates enteros son la clave.
Curiosamente, el licopeno purificado SÍ protegió las células cerebrales.
Ross Grant, profesor asociado clínico de medicina en la Universidad de Sydney en Australia, y su equipo de investigación mostraron que el equivalente a dos bebidas alcohólicas estándar causan daño a las células cerebrales en tan sólo 15 minutos.
Al tratar estas células con licopeno 3.5 horas antes de exponerlas al alcohol, redujo significativamente el daño.
La mejor manera de evitar los efectos dañinos del alcohol obviamente es abstenerse a beberlo.
Sin embargo, si deseas disfrutar de una bebida o dos (sin excederse), una dosis diaria de tomates ciertamente parece ayudar a proteger el cerebro y el hígado de nuestros pacientes… Y ¿por qué no? de nosotros también.