En muchas películas hay “personajes malos” y “persojanes buenos”. Bueno, pues así es con los carbohidratos simples y complejos: en la película de la salud y nutrición hay villanos y héroes.
Aquí te vamos a ayudar a distinguirlos para que puedas adelgazar rápido.
Debido a que hay todo tipo de planes que nos dicen como bajar de peso y se enfocan en dejar de consumir hidratos de carbono, nos volvemos locos tratando de respetar los límites de consumo pues hay dietas como la cetogénica que es muy rigorista en no exceder de 20 a 25 por día.
Y en este acto “militar” los pacientes nos ceñimos con tal fuerza a respetarlos, que terminamos por cortar a ciertos productos que no nos hacían ningún mal en el combate contra la obesidad.
Comencemos por diferenciarlos entre simples y compuestos.
Carbohidratos simples
Estos vienen principalmente de los azúcares y de los azúcares agregados como por ejemplo el jarabe de maíz o la glucosa.
Estos, los simples, son los que debemos evitar para no tener sobrepeso. Debido a su simpleza, el cuerpo los digiere rápidamente, por lo tanto no dan la sensación de saciedad y eso nos hace comer más y en menores plazos.
Estos son algunos ejemplos:
- Dulces
- Postres
- Pasteles
- Jugos concentrados
- Refrescos
- Arroz blanco
- Pan
- Pasta
Aquí hay algunas excepciones como el caso de la fruta fresca, que si bien es simple, también es natural por lo cual no hay mayor problema con las calorías si se consumen un par de porciones al día.
Carbohidratos complejos
La diferencia con los simples es que estos están compuestos en su mayoría por fibra, que es más difícil de digerir para el cuerpo por lo que le hacen “pensar” que está lleno por más tiempo, lo cual nos da una sensación de saciedad.
Por si esto fuera poco, la fibra da energía y proteínas por lo cual son alimentos básicos en las colaciones.
Aquí están los ejemplos:
- Nueces
- Vegetales
- Frijoles
- Arroz de grano entero
- Avena
- Maíz
Cabe mencionar que según estudios de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, por sus siglas en inglés) los carbohidratos complejos ayudan a reducir dramáticamente el riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares.
¿Cómo evitar los carbohidratos simples? Cuando hagas tus compras en el supermercado, miremos las etiquetas y comparemos el contenido de fibra y azúcar, ahí está la clave.