Claro que es una elección, y ciertamente puedes elegir no hacer la inversión, pero ¿a qué costo? Demasiadas prácticas de salud esperan a hacer publicidad o trabajo de marketing, hasta que surja un problema o necesidad específica. Hasta que, por ejemplo, las visitas de los pacientes hayan disminuido, los pacientes abandonen la práctica, un nuevo competidor llegó al vecindario, o el puntaje de satisfacción está cayendo, etc.
Las prácticas exitosas y con visión, incorporan el marketing o publicidad en sus negocios cotidianos, incluso si todo va bien y como algo fundamental para mantenerse a la vanguardia. De manera proactiva y continuamente construyen y nutren las relaciones con su personal, pacientes, fuentes de referencia y comunidad.
Una práctica de salud exitosa en el siglo XXI:
- Se involucran.
- Llegan a comprender las necesidades individuales y hacen cambios necesarios para atender mejor estas necesidades.
- Se comunican y mantienen informados a pacientes y partes interesadas.
- Agradecen regularmente y muestran su agradecimiento.
- Buscan oportunidades para acercarse, dar la bienvenida, servir como un recurso y hacer nuevas conexiones.
- Controlan los indicadores clave (satisfacción, derivaciones, revisiones) y toman medidas inmediatas si se identifica un problema o una tendencia negativa.
- Protegen y fortalecen su reputación.
Es bien sabido que atraer a un nuevo cliente cuesta cinco veces más que mantener uno existente. En el fondo, hacer publicidad es acerca de construir relaciones. Invierte en un “estilo de vida” de mercadotecnia saludable que nutra y cultive orgánicamente tu práctica y verás cómo cambia el rendimiento.