Todos tenemos días que la verdad nos hacen sentir mal. Y es normal. No sería normal sentirse bien todo el tiempo. Sin embargo, nadie quiere sentirse mal para siempre o muy seguido. En especial si tienes cosas que hacer como trabajar, estar con tu familia o atender alguna emergencia. Así que te dejamos estos 4 súper consejos para mejorar tu confianza fácilmente.
Hábitos para mejorar tu confianza
Una pose de poder
Amy Cuddy, psicóloga social, ha demostrado en sus investigaciones, que después de mantener una pose de poder durante 2 minutos, la testosterona se eleva un 20% y el cortisol baja un 25%. La testosterona es una hormona que ayuda a mejorar la sensación de bienestar tanto en hombres como en mujeres. Por otro lado, el cortisol es conocido como la hormona del estrés. Cuando los niveles de cortisol disminuyen, manejas mejor las situaciones estresantes.
Actívate
La actividad física también puede hacerte sentir fuerte, poderoso y mejor contigo mismo. De hecho, se ha comprobado que el ejercicio y el deporte aumentan el autoestima y la confianza tanto en niños como en adultos. Pero como está difícil pasar horas y horas en el gimnasio, mejor empieza poco a poco. Puedes obtener muchos beneficios de salud con unos 30 minutos de ejercicio moderado, unas cinco veces a la semana ¿No tienes tanto tiempo? Bueno, entonces trata organizándote para hacer 2 sesiones de 10 o 15 minutos cada una durante el día.
Tómate un tiempo para meditar
Para meditar no necesitas sentarte en la cima de una montaña y pasar horas y horas buscando la iluminación. La reducción del estrés puede incluir hábitos simples, como centrar tu atención en la respiración, realizar una caminata larga y sin distracciones o simplemente ser consciente de lo que está comiendo y de cómo te sientes. Se ha demostrado que la meditación y el mindfulness mejoran la autopercepción. También puedes fortalecer tu capacidad de regular las emociones, lo que significa menos ansiedad y más seguridad en ti mismo.
Mejora tu estado de ánimo con comida
Lo que comes puede afectar tu forma de sentir y tu estado emocional. Piensa en el momento en que comiste demasiado y te sentiste como una bola. Tu intestino y cerebro se comunican, por lo que si comes algo que te produce dolor de estómago, tu estado de ánimo se ve afectado. Además, la inflamación puede aumentar los síntomas depresivos. El azúcar, los carbohidratos refinados y las grasas trans, estimulan la inflamación, mientras que la fibra, las frutas, los vegetales y los granos integrales ayudan a reducir la inflamación. Además, el omega 3 mejora el estado de ánimo. Los estudios también demuestran que las bacterias sanas en el intestino promueven un cerebro feliz, por lo que consumir alimentos prebióticos (por ejemplo, alcachofas, raíz de achicoria, ajo, cebolla y espárragos) podría ayudar a mejorar tu estado de ánimo y confianza en ti mismo.