En muchos países como China, Italia, España y Sudamérica se considera la siesta como sagrada. Este breve lapso de tiempo puede ayudarte a recuperar energía, nivelar los niveles de cortisol y lo que es mejor, ayuda a sentirte satisfecho, gracias a la segregación de la hormona leptina, especialmente si tomas una siesta después del almuerzo o la comida. Por otro lado la privación del sueño incrementa los niveles de la hormona ghrelina, que es la que aumenta el apetito. Te daremos tips para sacarle provecho a tu siesta.
Trata de evitar bebidas que contengan cafeína y azúcar
Este tipo de bebida detonan episodios de ansiedad y estrés. ¿Quién no puede despertar sin una taza de café? Es cierto que el café nos activa, nos pone de buen ánimo y además enfoca nuestra mente, pero debemos controlar su consumo. La cafeína es una molécula que actúa en el organismo como si fuera estrés líquido accionando la producción de cortisol llamada la hormona del estrés que nos impide relajarnos y a la larga afecta nuestros patrones metabólicos y sistema nervioso.
Procura dormir bien
Procura cumplir con tus horas de sueño. Estas te mantienen fresco a lo largo del día para efectuar todas tus actividades. Recuerda que en la fase del sueño profundo, justo en dónde empieza a generarse la actividad onírica. El cuerpo empieza a liberar leptina que es la hormona que provoca la sensación de saciedad alimenticia, importante para la restauración de tejidos y bajar de peso.
Descansa intervalos cortos
Una siesta de 20 a 30 minutos sirve para estar más alertas y mejorar el rendimiento sin quedar aturdido ni que retrase el sueño normal. Varios estudios demuestran que el dormir 40 minutos a 1 hora de siesta puede generar somnolencia. Como también dormir una siesta larga puede afectar nuestro ciclo de sueño normal.
Muchos consideran que no es necesario tomar una siesta. Pero como se menciona anteriormente, al tomar una siesta puedes impactar de manera positiva tu cuerpo y sus funciones, mientras que privarlo del sueño no.