Tu salud dependerá de lo que comas. De manera que la comida puede ser medicina o veneno, según los alimentos que consumas.
Si tu elección más común es la comida rápida, empaquetada, enlatada o procesada, entonces lo que estás consumiendo es un veneno. No sólo por las sustancias dañinas que contienen estos productos, las cuales son desencadenantes de enfermedades graves como el cáncer, la diabetes, la obesidad, hipertensión arterial, padecimientos cardiovasculares y muchos más, sino porque además estás dejando a tu cuerpo sin las defensas y nutrientes básicos que requiere.
Gran parte de las enfermedades aparecen en el cuerpo humano como consecuencia de la ingesta de sustancias tóxicas de alimentos procesados o del consumo de alcohol y tabaco.
Todas estas sustancias y toxinas comienzan a dañar las células del cuerpo. Y esto es todo lo contrario de lo que hacen algunos alimentos naturales ricos en vitaminas, minerales y un montón de nutrientes que ayudan a eliminar del cuerpo las células dañadas y protegen a las demás del efecto nocivo de los radicales libres. Que son los que causan el envejecimiento celular y desencadenan distintos padecimientos.
Entonces, la comida que comes puede ser la forma más segura y más poderosa de medicina o la forma más lenta de veneno.
Los alimentos que regularmente comemos ayudan a determinar si enfermaremos o no. O si seguiremos siendo saludables hasta la edad avanzada.
Los alimentos contienen sustancias influyentes que incluyen antioxidantes, fitonutrientes, vitaminas, minerales, ácidos grasos, fibra y mucho más.
Las deficiencias de nutrientes y la toxicidad de una dieta pobre están relacionadas con casi todas las condiciones de salud modernas porque la comida puede ser medicina o veneno. Y en este caso, cuando no tiene nutrientes, es un veneno.
El cáncer, la diabetes y las enfermedades del corazón son padecimientos que están muy influenciados por la dieta. Y lo mismo puede decirse de las alergias, los trastornos autoinmunes como la artritis, los trastornos de la tiroides y muchos más.
Aliméntate con medicinas
La comida puede llegar a ser la medicina más poderosa contra los radicales libres. Puede limitar, contrarrestar, prevenir e incluso curar muchas enfermedades.
Antioxidantes
Algunas de las curas más potentes se encuentran en los antioxidantes. Que los podemos obtener de muchas frutas y verduras de diferentes colores, de los granos enteros, de las semillas y las nueces y de algunas carnes.
Por ejemplo, algunos de los antioxidantes más comunes son:
- La vitamina A, que se encuentra en la leche, los huevos, el hígado y la mantequilla.
- La vitamina C. La podemos encontrar en la mayoría de las frutas, como las naranjas, kiwis, melones, papayas y bayas. Y en algunos vegetales como el brócoli, los pimientos, los tomates, la coliflor y las coles.
- También encontramos antioxidantes en la vitamina E, que se encuentra en algunos frutos secos y semillas, como las almendras, las semillas de girasol, las avellanas y cacahuates. Y en vegetales de hoja verde como la espinaca y la col rizada. La vitamina E también se encuentra en los aceites de soja, girasol, maíz y canola.
Otro antioxidante muy importante es el betacaroteno, presente en las frutas y verduras de colores brillantes, como papayas, mangos, melones, zanahorias, brócoli, calabaza, remolacha y espinaca.
El antioxidante licopeno, que se encuentra en frutas y verduras de color rosa y rojo, como la sandía y los tomates. La luteína, que se encuentra en espinacas, papayas y naranjas; y el selenio, presente en los cereales y algunas carnes como la de res, pescado, pavo y pollo.
Una dieta balanceada
El secreto está en elegir una dieta balanceada. Que contenga un montón de nutrientes y para ello tendremos que elegir siempre lo natural. Recuerda: La comida puede ser medicina o veneno, depende de ti.
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¡Come por tu salud! ¡Come bien!