Para ayudar a combatir la obesidad y sus consecuencias, a veces nuestra práctica tiene que ir más allá de nuestros clientes inmediatos. Hay que hacer recomendaciones basadas en investigaciones. Para que ellos puedan también cuidar de su familia. Una de esas sería, según una investigación nueva, recomendar que procuren que sus hijos duerman bien y temprano. Debemos evitar la falta de sueño a toda costa.
Más sobre el estudio
La investigación realizada Birmingham sobre los hábitos de sueño de 2.795 niños entre 9 a 12 años de la ciudad de Guangzhou, en el sur de China, mostró un vínculo entre la duración del sueño y la cantidad de grasa corporal.
En el estudio financiado por la Fundación Médica de Guangzhou, los científicos de Birmingham trabajaron con investigadores chinos en la Universidad Sun Yat-Sen y en el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Guangzhou.
Las investigaciones indicaron que los niños en China estaban durmiendo menos en comparación con niños en Estados Unidos y Europa que habían participado en otros estudios similares
Los hallazgos muestran que los niños que duermen más tiempo tienen índices de masa corporal (IMC) más bajos. A tal grado que por cada hora que un niño se acuesta más tarde, su puntaje de IMC aumenta una pequeña cantidad.
Cada vez hay más pruebas que demuestran que un sueño adecuado y de alta calidad es importante para un cuerpo sano en general. Y al mismo tiempo la duración del sueño ha ido disminuyendo entre niños y adolescentes.
Es probable que estas diferencias sean culturales. Una causa puede encontrarse debido al énfasis excesivo en el estudio y logros académicos en China. Otra en los comportamientos que contribuyen a la obesidad. Como ver la televisión y comer comida chatarra, son actividades más comunes en la noche.
El profesor Yajun Chen, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Sun Yat-Sen, en Guangzhou, dijo. La prevalencia de la obesidad en China es preocupante a medida que el país experimenta una rápida transición económica. Dando lugar a cambios en la dieta tradicional y actividad física.
Existen factores complejos que contribuyen a la obesidad infantil. Incluyendo los factores biológicos y el estilo de vida. Pero las observaciones señalan que una menor duración del sueño puede ser un factor de riesgo adicional. Asociado con un mayor índice de masa corporal (IMC)”.