Una nueva investigación ha revelado nuevas evidencias que sugieren que sentir emociones negativas de manera frecuente, puede tener un impacto en el funcionamiento de tu sistema inmunológico.
Esta investigación ha demostrado que exponerse de manera crónica al estrés, ansiedad y a los estados de ánimo negativos, generalmente pueden afectar en gran medida a tu salud física.
Medical News Today, informó el año pasado que algunos investigadores habían descubierto que el estrés crónico tiene un impacto negativo en la memoria.
Además, los sentimientos de angustia pueden aumentar el riesgo de tener un derrame cerebral.
Ahora, un estudio realizado por especialistas de la Universidad Estatal de Pennsylvania en State Collage, encontró que los estados de ánimos negativos pueden cambiar la forma en que funciona la respuesta del sistema inmune y se asocian con un mayor riesgo de inflamación exacerbada.
Los resultados de la investigación, liderada por Jennifer Graham-Engeland, profesora asociada de la Universidad Estatal de Pennsylvania, aparece en la revista Brian, Behavior, and Immunity.
Estados de ánimo negativos y la inflamación
Los científicos recopilaron los datos para el estudio a través de un enfoque de dos niveles.
Usaron cuestionarios que les pedían a los participantes que registraran sus sentimientos a lo largo del tiempo y en el momento.
Estas evaluaciones se llevaron a cabo durante 2 semanas y permitieron al equipo trazar los perfiles emocionales de los participantes.
Los científicos también evaluaron la respuesta del sistema inmune de los voluntarios al recolectar muestras de sangre de ellos y buscar marcadores de inflamación.
La inflamación ocurre naturalmente, como parte de la respuesta del sistema inmune cuando el cuerpo reacciona a las infecciones o heridas.
Sin embargo, los altos niveles de inflamación están asociados con una mala salud y una variedad de enfermedades crónicas, como la artritis.
Graham-Engeland y el equipo notaron que las personas que experimentaban estados de ánimo negativos varias veces al día durante largos períodos de tiempo tendían a tener niveles más altos de biomarcadores de inflamación en la sangre.
Los científicos también notaron que si recolectaban muestras de sangre de los participantes al poco tiempo de haber sentido una emoción negativa como tristeza o enojo, los biomarcadores de la inflamación estaban más presentes en la sangre.
Pero, experimentar estados de ánimo positivos, incluso por un corto tiempo antes de la recolección de una muestra de sangre, se asoció con menores niveles de inflamación.
Aunque esto sólo aplicó para los participantes masculinos en este estudio, especifican los investigadores.
‘El estado de ánimo es modificable’
Los científicos confían en que su estudio agregue una evidencia crucial sobre el impacto del efecto negativo en la salud, especialmente porque sus participantes pertenecían a diversos orígenes étnicos, raciales y socioeconómicos.
Pero advierten que para confirmar estos hallazgos, deberán replicarlos en estudios posteriores.
Señalan que la investigación reciente fue la primera en explorar el vínculo entre los informes de estado de ánimo tanto momentáneos como a largo plazo y las medidas de inflamación.
“Esperamos que esta investigación haga que los demás científicos incluyan medidas momentáneas de estrés y efecto en la investigación que examina la inflamación, que replique los hallazgos actuales y ayude a caracterizar los mecanismos que subyacen a las asociaciones entre el efecto y la inflamación”, explica Graham-Engeland.
En el futuro, esperan que este y otros estudios similares permitan a los especialistas desarrollar mejores estrategias para mejorar el estado de ánimo y, por lo tanto, proteger aspectos de la salud física.
“Debido a que el estado de ánimo es modificable, estamos entusiasmados con estos hallazgos y esperamos que estimulen investigaciones adicionales para comprender la conexión entre los sentimientos e inflamación, lo que a su vez puede promover nuevas intervenciones psicosociales que promueven la salud en general y ayudan a romper un ciclo que puede llevar a Inflamación crónica, discapacidad y enfermedad”.
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