Las nueces están llenas de nutrientes vinculados a una mejor salud. También se piensa que ayudan a sentirse más lleno. Pero hasta ahora no se sabía por qué.
En un nuevo estudio de imágenes cerebrales, los investigadores del Beth Israel Deaconess Medical Center (BIDMC) han demostrado que consumir nueces activa un área en el cerebro asociada con la regulación del hambre y los antojos.
Por primera vez se ha visto el impacto real de las nueces. Confirmando lo que ya se había reportado anteriormente.
El estudio fue dirigido por Christos Mantzoros, MD, DSc, PhD hc mult, director de la Unidad de Nutrición Humana del Centro Médico Beth Israel Deaconess. Utilizó resonancia magnética funcional (fMRI) para observar cómo de nueces impacta en la actividad cerebral.
Los científicos reclutaron a 10 voluntarios con obesidad para vivir dentro del Centro de Investigación Clínica de BIDMC (CRC) durante dos sesiones de cinco días. El ambiente controlado de la CRC permitió a los investigadores a mantener un control sobre la alimentación de los voluntarios. Y no depender de los registros a menudo poco fiables de los voluntarios. Un inconveniente a muchos estudios de observación nutricional.
Durante una sesión de cinco días, los voluntarios consumieron smoothies diarios que contenían 48 gramos de nueces. Durante su otra estancia en el CRC, recibieron un smoothie placebo sin nueces. Pero nutritivamente comparable y con el mismo sabor.
Las sesiones fueron aleatorias. Lo que significa que algunos participantes consumieron nueces primero y otras el placebo. Ni los voluntarios ni los investigadores sabían durante qué sesión consumían el smoothie de nuez.
A los participantes del estudio se les mostraron imágenes de alimentos deseables como hamburguesas y postres, objetos neutros como flores y rocas, y alimentos menos deseables como verduras, mientras estaban conectados a la maquinaria.
Cuando se les mostraron imágenes de alimentos deseables, la RMF mostró una mayor actividad en una parte del cerebro llamada ínsula derecha después de que los participantes habían consumido los smoothies con nueces. En comparación con cuando no lo habían hecho.
Así se eliminó la ambigüedad en cuanto a los resultados. Cuando los participantes comieron nueces, esta parte del cerebro se iluminó y así supieron que estaba ligada a la parte que controla los sentimientos de estar lleno.
Estudios similares podrían revelar cómo otros alimentos y compuestos, como las hormonas naturales, afectan los centros de control del apetito en el cerebro. La investigación a futuro podría eventualmente conducir a nuevos tratamientos para la obesidad.
Si tienes algún paciente que batalle con sus antojos, lo mejor es recomendarle unas nueces para que pueda controlarse mejor.
Si quieres leer el artículo original, simplemente haz clic aquí: http://www.bidmc.org/News/PRLandingPage/2017/August/Farr.aspx
