El café es uno de nuestras bebidas preferidas y a pesar de que ha tenido sus buenas mutaciones no tan nutritivas estos últimos años, un buen café negro o americano sigue siendo una excelente opción para la salud.
Hay que medirse, pero mira, déjame te platico un poco de lo bien que te cae.
Hay muchos estudios que apuntan a que el café reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, Parkinson y muchas otras enfermedades.
Los beneficios del café vienen de la cafeína y de sus antioxidantes naturales. De hecho, el café es, dentro de una dieta normal, la fuente número 1 de antioxidantes.
Hay otros alimentos que pueden tener todavía más antioxidantes, sin embargo, no son tan parte de nuestra dieta diaria como lo es una buena taza de café.
Investigaciones todavía más recientes mostraron que tomar café está ligado a una mayor longevidad y menores riesgos de muerte causada por enfermedades digestivas, circulatorias y del hígado.
Con todos estos consejos ya se antoja uno.
Hay que recordar que cada cuerpo es distinto y no todos procesamos la cafeína de igual forma, de hecho, podemos tardar muchas horas en metabolizarla. Puede causar ciertos problemas a la hora de dormir, como bien sabemos.
Pero, sobre todo, acuérdate que un café americano no es lo mismo que un mochaccino doble con crema chantillí. El café negro tiene virtualmente 0 calorías mientras que tu bebida favorita superdulcificada de cualquier cafetería de moda… probablemente tiene más de las que nos gustaría aceptar.
Esto sí puede ser un problema. Principalmente para tu cintura por la cantidad de azúcar.
Sin que dejes de disfrutar de estas bebidas de vez en cuando, te recomendamos probar con el café americano 🙂
Si es un gusto adquirido, pero para mí, el que más disfruto hoy.