Cualquiera que haya pasado por esto puede decirte que perder peso no es fácil.
La mayoría de las personas quiere perder peso por varias razones, como sentirse más cómoda o tener una mejor salud.
Pero hay algunas cosas que nadie te dice antes de que decides comenzar una dieta, y hay algunas cosas que probablemente deseas saber antes de comenzar.
1. Las calorías no son todo.
Para aquellos que recién comienzan su viaje de pérdida de peso, es posible que deseen saber que cortar calorías a ciegas no es la respuesta. Saltarse frutas, verduras o grasas saludables para ahorrar calorías definitivamente no es la respuesta.
2. Tratar con el lado emocional es igual de importante.
Perder peso sucederá si realmente admites cambiar tus hábitos alimenticios y de ejercicio. Pero lidiar con la raíz del problema es lo que debes hacer primero. Encuentra la razón por la que ganaste peso en primer lugar. Entonces, no cometerás el mismo error una y otra vez.
3. Menos comida no siempre es más.
No hay ninguna razón para reducir tus calorías hasta el punto en que apenas puedes funcionar.
Especialmente si haces ejercicio regularmente, una dieta baja en calorías puede ser contraproducente. Cuando se combinan tus hábitos de nutrición con sesiones de entrenamiento difíciles, ¡realmente puedes hacerle un mal a tu cuerpo al alimentarlo deficientemente!
4. El soporte hace una gran diferencia.
No estás solo. Tienes que sentirte apoyado para tener éxito más fácilmente. Un grupo de apoyo siempre es tu mejor opción, ya que todos están en el mismo zapato.
5. Un diario de comida es muy importante.
¿Sabes exactamente cuántas calorías consumes al día? Nunca lo sabrás, a menos que anotes todo lo que comes. ¡Y me refiero a TODO! Puede que te sorprendas de la cantidad de calorías extra que comes sin siquiera darte cuenta. Un bocado de pizza, un trocito de chocolate, un sorbo de refresco de la taza de tu amiga y ya tienes más de 100 calorías.
6. La motivación es la clave.
Cuando tienes una razón, es más probable que tengas éxito. ¡Encuentra la tuya! Hazlo por la energía que sientes cada mañana cuando te despiertas, hazlo por la ropa nueva que puedes comprar, hazlo por tu salud o hazlo para que puedas correr en el patio de recreo con tus hijos.
7. Comprométete con tu día.
Hacerte promesas a ti mismo a primera hora de la mañana puede conducir a un día exitoso. Comprométete a elegir alimentos saludables y un entrenamiento energético para el día. Decide todos los días que puedes hacerlo.
8. Pequeños cambios hacen una gran diferencia.
Si no puedes verte a ti mismo poniéndote a dieta, sigue pasos de bebé. Comienza a caminar 30 minutos al día, luego agrega gradualmente 5 minutos más hasta que logres hacer una hora completa. Entonces quizá empieces a correr.
Lo mismo con la comida. Prueba un nuevo vegetal y deja de comer un alimento poco saludable todas las semanas. Para la semana 8, comerás una gran variedad de verduras saludables y no habrás consumido comida chatarra.
Está bien tomar con calma el proceso de perder peso.
9. Puedes aprender a amar el ejercicio.
Puede que no me creas ahora, pero realmente te puede encantar hacer ejercicio. Una vez que te comprometas con esto, no podrás saltarte sesiones.
El ejercicio te hace sentir fuerte, poderoso, energizado y sexy. Y una vez que hayas terminado, te sentirás consumado y orgulloso. Es una sensación maravillosa. ¿Por qué no amarlo?
10. Nunca es demasiado tarde.
No importa qué tan mal estés cuando comiences, aún puedes tener éxito. No mires qué tan lejos tienes que ir porque te sentirás abrumado y abandonarás.
Acepta dónde estás comenzando y avanza paso a paso en la dirección correcta.
Te en cuenta por qué lo estás haciendo y lo más importante: ¡DISFRÚTALO!
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