La miel es una de los mejores sustitutos para el azúcar. Todos lo sabemos.
Siempre pensamos en ella como un “súperalimento” y no nos equivocamos. Sin embargo, al igual que todo, es un producto. Y muchas compañías que la producen la tratan como tal.
Una investigación exhaustiva de mercado realizada por Food Safety News, descubrió que el 76% de toda la miel comprada en las tiendas había sido tratada con un proceso llamado “ultrafiltración”. Que elimina no solo impurezas como la cera, sino también todos los rastros de polen.
Hay problemas con la ultrafiltración en general. Muchos creen que el polen y otras “impurezas” en realidad son buenas para la salud y hacen de la miel una mejor opción que otros edulcorantes.
Pero según la FSN, la principal razón para evitar la miel ultrafiltrada es que el polen es la única forma segura de rastrear su fuente hasta una ubicación geográfica. Como resultado, la miel ultrafiltrada a menudo se utiliza para enmascarar los orígenes sospechosos de ciertos tipos de miel.
Food Safety News envió muestras de miel al melisopalinólogo y profesor de la Universidad de Texas A & M, Vaughn Bryant. Lo que descubrió fue que aproximadamente tres cuartas partes de la miel no contenían polen. Por lo que no se podía identificar y se determinó que no era segura. También encontró que:
- El 100% de los frascos de miel en figuras de oso que se vendió en Walmart, tuvo todo el polen eliminado.
- Se eliminó todo el polen del 100% de la miel de los paquetes individuales de KFC y McDonald’s.
- El 77% de la miel de grandes almacenes como Costco, Sam’s Club y Target no tenían rastros de polen.
- El 100% de la miel de las farmacias tenían todo el polen filtrado.
Descubrió, sin embargo, que la miel comprada en cooperativas, mercados de agricultores y tiendas orgánicas, contenían la cantidad total de polen original.